El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha citado este miércoles a sus antecesores en el cargo a una reunión con el fin de crear un "Consejo de Sabios" sobre la reforma del servicio exterior.
Así lo ha anunciado él mismo durante la toma de posesión en el Palacio de Santa Cruz de varios altos cargos de su departamento.
Ese Consejo de Sabios lo presidirá el primer ministro de Asuntos Exteriores de la democracia, Marcelino Oreja. A la reunión del miércoles han confirmado asistencia "casi" la totalidad de los predecesores de García-Margallo, según ha avanzado el ministro.
Junto al Consejo de Sabios, se pondrá en marcha una comisión interministerial y se rescatarán los numerosos trabajos realizados hasta la fecha sobre la siempre aplazada reforma del servicio exterior.
LIBRO BLANCO
García-Margallo también ha encargado a las Embajadas que le informen de cómo funcionan en el extranjero con los medios actuales. Con todo este material se elaborará un Libro Blanco con recomendaciones, entre las que deberá figurar si España precisa de una Ley del Servicio Exterior.
En opinión del ministro, España debe adecuar su actual servicio exterior, que cuenta con un millar de diplomáticos, a los desafíos de "la globalización, el terrorismo, la inmigración o las nuevas formas de pobreza".
También precisa de una reforma "de concepto" para que aproveche al máximo las nuevas tecnologías y las nuevas arquitecturas institucionales, como la de la UE, que con su servicio exterior tiene y tendrá embajadas en países donde España no pueda permitírselo, pero que darán a nuestro país la oportunidad de destacar funcionarios en ellas.
De forma paralela, García-Margallo ha reiterado su oferta a las Comunidades Autónomas para que, en lugar de mantener oficinas propias en el extranjero para defender sus intereses, destaquen funcionarios en las Embajadas españolas para ahorrar costes.
El ministro ha hecho una mención en su intervención a las últimas promociones de diplomáticos, que ven cómo su obligada estancia en Madrid antes de optar a un destino se prolonga más de lo habitual ante la ausencia de nuevas plazas.
"Es una enorme preocupación tener jóvenes que tienen ganas de comerse el mundo deambulando como zombis por los pasillos de esta casa", ha reconocido.
García-Margallo se ha comprometido a intentar incorporarles a tareas no necesariamente diplomáticas pero relacionadas con la cooperación o con la actividad del Instituto Cervantes. Eso sí, ha querido dejar claro que el desempeño de esas labores "será un mérito en su carrera".
El ministro ha terminado su intervención asegurando que sólo hablará de la futura sede central del Ministerio (actualmente el departamento se divide en varios emplazamientos) cuando cuente efectivamente con una ubicación.