A esta reunión han asistido presidentes africanos y numerosos ministros de Asuntos Exteriores europeos, los países más implicados en la situación en el Sahel, como es España, para "analizar los últimos acontecimientos en esta amplia zona africana".
"Uno de los temas de mayor interés ha sido la situación en Malí, que hoy la comunidad internacional ve con optimismo", debido al "cumplimiento de la 'hoja de ruta' y del apoyo global, incluido el de España", según ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
"El país, que sufrió una crisis política y de seguridad en la primavera de 2012, vuelve hoy a tener un gobierno democráticamente elegido y la situación en el norte del país está mejorando, aunque aún persista la amenaza terrorista", ha señalado.
Asimismo, se han tratado otras situaciones regionales, "como la del sur de Libia, Níger, Mauritania, o el norte de Nigeria, en las que también se presentan retos importantes, como los que plantean los extremismos religiosos".
Además, "se han analizado cuestiones económicas, muy asociadas a la inestabilidad regional". "La falta de oportunidades y la presión demográfica generan una situación de desempleo juvenil y pobreza que puede redundar en un incremento de la conflictividad social", ha alertado.
"Así, muchos países ponen el acento en la necesidad de fomentar el desarrollo de la región como condición previa a la resolución de los diversos conflictos políticos, religiosos o étnicos que la afligen", ha explicado.
"Otro factor fundamental para promover la estabilidad y el crecimiento", ha apuntado, "es el fortalecimiento de las capacidades de las autoridades de la región". "Solo administraciones eficaces pueden liderar el desarrollo económico y social de estos países", ha estimado.
García-Margallo ha trasladado a sus interlocutores que "España tiene un compromiso ineludible en el Sahel, plasmado en el interés que da a la región en foros internacionales, las contribuciones de ayuda al desarrollo y la participación responsable y solidaria para solucionar crisis como la que tuvo lugar en Malí".
"La cercanía geográfica, la larga historia de contactos y las excelentes relaciones bilaterales que tiene España con los países de la región, hacen que sea prioritaria para nuestra política exterior", ha subrayado.