El Gobierno pone en la diana 73 pseudoterapias que no tienen 'ningún rigor científico'

Informativos Telecinco 28/02/2019 17:51

La iniciativa '#CoNprueba' ha sido el escenario donde miembros del Gobierno han debatido sobre la veracidad de las pseudoterapias y las pseudociencias. En ella, los representantes del Estado María Luisa Carcedo (ministra de Sanidad) y el ministro de Ciencia Pedro Duque han alertado de 73 pseudoterapias que ponen en riesgo la salud de las personas al no estar verificado ningún 'rigor científico' con respecto a ellas. Una práctica 'arriesgada' de la que los equipos sanitarios han alertado durante mucho tiempo.

"No tenemos afán de prohibir nada, sino de aportar información a la ciudadanía para que tome decisiones correctas", ha asegurado el ministro de Ciencia. Con estas palabras, el equipo de Gobierno alertaba de que 73 técnicas alternativas a la medicina común de las 139 totales examinadas ya habían sido descartadas al no poseer ningún ensayo clínico probado, ni estar constatada su eficacia o seguridad.

Entre las terapias rechazadas se encuentran la hidroterapia del colon, frutoterapia, grafoterapia o el masaje tibetano. Otros casos como el de la homeopatía, acupuntura o aromaterapia, entre las terapias restantes, continúan siendo evaluadas para comprobar su validación científica o no.

Compromiso mutuo entre Sanidad y Ciencia

“Ambos ministerios tenemos responsabilidades comunes y por ello vamos a iniciar esta campaña para que la ciudadanía pueda descartar la información y la publicidad engañosas”, ha señalado la ministra de Sanidad. El ministro de Ciencia, por su parte, ha confirmado la alianza mutua parar "atacar este problema desde todos los puntos de vista y aglutinar la información y filtrarla para presentarla a la ciudadanía”.

El objetivo es preservar la condición de salud como un derecho básico frentes a las técnicas de dudosa procedencia y aportar información veraz y constatada científicamente sobre este tipo de pseudoterapias.

Estas son las 73 pseudoterapias sin rigor científico

Según ha comprobado la Agencia Sinc, entre las prácticas alternativas rechazadas por el Gobierno al no aportar 'rigor científico' se encuentran el Análisis somatoemocional, análisis transaccional, ángeles de Atlantis, armónicos, arolo tifar, ataraxia, aura soma, biocibernética, breema, cirugía energética, coaching transformacional, constelaciones sistemáticas, cristales de cuarzo, cromopuntura, cuencos de cuarzo, cuencos tibetanos, diafreoterapia, diapasones, digitopuntura, esencias marinas, espinología, fascioterapia, fengshui , flores del alba, frutoterapia, gemoterapia, geobiología, geocromoterapia, geoterapia, grafoterapia, hidroterapia del colon, hipnosis ericksoniana, homeosynthesis, iridología, lama-fera, masaje babandi, masaje californiano, masaje en la energía de los chacras, masaje metamórfico, masaje tibetano, medicina antroposófica, medicina de los mapuches, medicina ortomolecular, metaloterapia, método de orientación corporal Kidoc, método Grinberg, numerología, oligoterapia, orinoterapia, oxigenación biocatalítica, piedras calientes, pirámide vastu, plasma marino, posturología, pranoterapia, psicohomeopatía, psychic healing, quinton, radioestesia, rebirthing, sincronización core, sofronización, sotai, tantra, técnica fosfénica, técnica metamórfica, técnica nimmo de masaje, terapia bioenergética, terapia biomagnética, terapia de renovación de memoria celular (cmrt), terapia floral de California, terapia floral orquídeas, terapia regresiva.

Más de mil muertes anuales por esta causa, según un estudio

Según un análisis efectuado por la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), entre 1.200 y 1.400 personas fallecerían al año debido al uso de prácticas alternativas sanitarias sin garantía científica asegurada.

El rechazo o abandono de terapias, la pérdida de oportunidad terapéutica y los daños directos al paciente son los principales factores que han influenciado en la causa de la muerte de los afectados, según el estudio.

Si delimitamos el proceso por datos, un mínimo de 500 fallecimientos anuales corresponderían a la decisión en pacientes oncológicos de no continuar el tratamiento o retrasar la fecha de los mismos. Asimismo, otras 660 personas perderían la vida por daños directos, según la estimación de la APETP.

Te interesa:

Una mujer en la UCI tras ser sometida a prácticas naturistas por un médico