El Gobierno deberá decidir en próximos días cuál de sus integrantes debatirá la próxima semana en el Congreso con PSOE e Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) sobre "lucha contra la corrupción" y "rendición de cuentas ante el Parlamento", títulos genéricos de las dos interpelaciones que la oposición piensa aprovechar para denunciar la supuesta contabilidad B del PP y lo que consideran "mentiras" del presidente Mariano Rajoy sobre el 'caso Bárcenas'.
Tras dos semanas viendo vetadas sus iniciativas para debatir con Rajoy o alguien del Gobierno sobre el 'caso Bárcenas', PSOE e IU-ICV-CHA cambiaron de táctica este jueves y registraron unas interpelaciones genéricas para evitar a la Mesa del Congreso que domina el PP con su mayoría absoluta.
Así, Izquierda Plural registró por la mañana un escrito pidiendo interpelar al Gobierno la próxima semana sobre las medidas que tiene en la cabeza para combatir la corrupción y para la regeneración democrática del país.
No hay mención expresa a Bárcenas, pero sí se señala que "la acumulación de graves escándalos de corrupción vinculada a la financiación ilegal de partidos dañan la credibilidad de las instituciones y de la política".
Horas después, el PSOE registró otra interpelación genérica, en su caso para debatir con el Gobierno sobre su política "en materia de rendición de cuentas al Parlamento". Los socialistas ni siquiera adjuntaron una exposición de motivos para justificar el debate, acaso para evitar todo riesgo de veto.
NO HUBO MÁS REMEDIO
El resultado fue que el presidente del Congreso, Jesús Posada, que es quien tiene la competencia para admitir en primera instancia las interpelaciones de cada sesión plenaria, no tuvo más remedio que dar por válidos los escritos de PSOE e Izquierda Plural y renunció a convocar a la Mesa del Congreso como había hecho en semanas anteriores.
Y es que Posada no puede prejuzgar los temas que la oposición va a sacar a colación en esos debates. Sin embargo, se da por hecho que los socialistas aprovecharán para censurar al Gobierno lo que consideran "mentiras" del presidente Mariano Rajoy en relación con la vinculación de Bárcenas con el PP, habida cuenta de que, incluso cuando Rajoy estaba en Moncloa, el presidente y su extesorero cruzaban mensajes telefónicos y Génova le seguía pagando mensualmente una nómina.
Lo mismo hará Izquierda Plural, que tiene decidido plantear en el debate no sólo el 'caso Bárcenas' que afecta al PP, sino también el de los ERE de Andalucía que ha salpicado al PSOE.
Una vez calificados los dos escritos de interpelación, ahora deberá ser el Gobierno quien decida cuál de sus integrantes responderá a PSOE e IU-ICV-CHA en los debates del próximos miércoles.
La presencia de Rajoy se considera altamente improbable, con lo que la oposición espera que sea la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que como ministra de la Presidencia ha presentado en el Congreso distintas iniciativas sobre corrupción, incluyendo la Ley de Transparencia.
Ahora bien, el Gobierno tiene potestad para elegir el ministro y en la oposición no descartan incluso que la respuesta recaiga en el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que también se ha ocupado de estos asuntos en debates precedentes.
Y DESPUÉS, POSIBLE INTENTO DE REPROBACIÓN
Y a la semana siguiente, el 24 de septiembre, los dos grupos someterán a votación sendas mociones consecuencia de la interpelación en las que la oposición podría intentar que el Pleno del Congreso censure la actitud de Rajoy y de sus ministros en el 'caso Bárcenas'.
De hecho, los socialistas anunciaron este verano que en su moción incluirían una propuesta de reprobación del presidente del Gobierno por haber "mentido" al Parlamento.