Groenlandia acaba con el dominio socialdemócrata y avanza hacia la independencia

AGENCIA EFE 03/06/2009 10:36

El Inuit Ataqatigiit (Comunidad de la Gente en groenlandés) confirmó en las elecciones celebradas ayer lo que apuntaban los sondeos y duplicó apoyo y escaños para lograr un triunfo incontestable con el 43,7 por ciento de los votos y 14 de los 31 escaños del Inatsisartut (Parlamento), lejos del 26,5 por ciento y los 9 escaños del Siumut del presidente autonómico, Hans Enoksen.

El Siumut vivirá una experiencia nueva: desde la aprobación del estatuto de autonomía en 1979 siempre había ganado los comicios y estado al frente del Gobierno, lo que acabó identificando su nombre y a sus líderes con el poder en una isla de 2 millones de kilómetros cuadrados -el 80 por ciento cubierto por hielo- y 56.000 habitantes.

Pese a la teórica cercanía ideológica y a que ambos partidos defienden la separación de Dinamarca, aunque de forma más radical los socialistas, el IA se ha afirmado en los últimos años como claro opositor y crítico del Siumut, rodeado de numerosas acusaciones de corrupción y con una gestión muy deficiente en el área social.

"Conmigo al frente del IA no habrá ninguna colaboración con el Siumut", dijo hoy su líder, Kuupik Kleist, nada más conocerse su victoria, reiterando lo que ya había declarado en campaña.

La claridad de la victoria socialista queda reforzada todavía más por el hecho de que los otros cuatro partidos con representación parlamentaria han retrocedido, el que más, el Demokraatit, el único que defiende la unión con Dinamarca en su forma actual y que cede casi el 10 por ciento y se queda con 4 escaños.

Los hasta ahora socios en el Gobierno del Siumut, los liberales del Attasut, con 3 escaños, y el Kattusseqatigiit Partiiat, que conserva el que tenía, completan el Parlamento.

Al IA se le abren ahora varias posibilidades de coalición, aunque Kleist se ha limitado a afirmar su deseo de colaborar con el mayor número de grupos posible y de cerrar un Gobierno esta semana.

La derrota del Siumut supone el fin de una era y de una generación de políticos que en la década de 1970 impulsaron el movimiento nacionalista que provocó que Copenhague aceptase la concesión de un estatuto de autonomía a su antigua colonia.

Ese fin de etapa queda ejemplificado en Jonathan Motzfeldt, uno de los padres de la patria groenlandesa y presidente autonómico durante 15 años (1979-1991, 1997-2002), que sólo obtuvo 91 votos personales y queda fuera del Parlamento.

Motzfeldt se ha visto salpicado en los últimos tiempos por casos de corrupción relacionados con el pago de viajes y fiestas privadas a cuenta de las arcas públicas, denuncias que afectan a buena parte de la clase política que ha ocupado el poder en los últimos 30 años.

El lanzamiento de promesas bizarras, como ofrecer billetes de avión subvencionados a precios inferiores a las tasas de aeropuerto, y las acusaciones contra Kleist por fumar hachís revelan la decadencia de un partido que parece abocado a una renovación profunda.

Su actual presidente, Hans Enoksen, que obtuvo menos votos personales en los comicios que su antigua rival y ex ministra Aleqa Hammond, ya insinuó hoy una posible dimisión del cargo.

Al nuevo Gobierno todavía por definir le tocará encarar un momento histórico: la entrada en vigor el próximo día 21, coincidiendo con los 30 años de la autonomía, del nuevo estatuto, aprobado en noviembre pasado con un apoyo del 75 por ciento del electorado.

La reforma estatuaria implica que sólo quedarán bajo control danés seis áreas: Constitución, nacionalidad, Tribunal Supremo, defensa y seguridad, política monetaria y política exterior.

Y establece una fórmula progresiva para reducir la subvención anual de Copenhague, de la que depende económicamente Groenlandia, en la medida en que aumenten los ingresos por los ricos recursos naturales que se presumen en su subsuelo.

Derecho de autodeterminación y ampliación de competencias aparte, la clave de la independencia de Groenlandia radica en el subsuelo: si se cumplen las predicciones de enormes reservas de crudo y gas y su extracción es rentable, será factible a medio plazo.