Guerra descarta presentarse a la Alcaldía de Sevilla y no ve extrapolable el pacto PSOE-IU en la Junta a nivel nacional

EUROPA PRESS 05/06/2013 15:04

El diputado socialista y exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha afirmado este miércoles en Sevilla, donde ha presentado el tercer tomo de sus memorias titulado 'Una página difícil de arrancar' (Planeta), que "ya no es el momento" para presentarse a la Alcaldía de Sevilla, toda vez que reconoce que "no ve una referencia" a nivel nacional en el acuerdo entre PSOE e IU que hay el Gobierno de la Junta de Andalucía, porque en "España no hay una cultura de pactos".

En este sentido, Guerra ha explicado en rueda de prensa que en 1979, cuando fueron las primeras elecciones en los ayuntamientos, quiso ser candidato a la Alcaldía de Sevilla, pero "me dijeron que no" y, pasados los años, "me intentaron convencer desde el partido para que lo fuera, pero no acepté, porque creía que no se daban las condiciones". "En las últimas me han vuelto a insistir, pero me pareció que ya no era momento", añade.

Guerra, quien reconoce que "siempre ha sido escéptico" y que "nunca ha sentido la erótica del poder", ha manifestado sobre la posibilidad extrapolar el modelo de pacto del Ejecutivo andaluz, PSOE-IU, al central, que en España "no hay cultura de pacto", por lo que "no ve una referencia en este acuerdo que hay en el Gobierno de la Junta de Andalucía más allá de lo que en este momento se está dando". Además, y sobre si el caso de los ERE daría para un desarrollo novelístico interesante, afirma que "ya lo está escribiendo la juez".

Asimismo, reconoce que en este libro "hay crítica, ternura, reflexiones, análisis político y autocrítica". Respecto a esta último extremo, dice que "uno no se arrepiente de las cosa que ha hecho sino de las que no ha hecho y debió hacer", y en este sentido afirma que el hecho de "no se lograra crear una atmósfera moral por el gusto del trabajo bien hecho, por la austeridad, es para él un error capital". "Había otras cosas muchas a que atender, pero se creó una especie de afán de tener más que el afán de ser", y eso es lo que considera, de la etapa que estuvo en el Gobierno, la crítica "más importante".

Cuestionado sobre el éxito este tomo, que va por su tercera edición en tan solo una semana, confiesa que "no esperaba" tanto interés porque "siempre dudo de que puede tener interés lo que escribo", asegura. "Siempre creo que soy menos importante para atraer a la gente y no es una modestia inventada sino que la vivo así", afirma, aunque asegura que todas las personas que lo han leído "me confirman que tiene un buen ritmo, que funciona como novela río y a mí me agrada".

RESPECTO A LA CRÍTICAS A GARZÓN SEÑALA QUE "SE QUEDA CORTO"

Sobre la reacción que este libro ha causado en algunas personas que aparecen en él, como es el caso del exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón --del que Guerra cuenta en sus memorias que pidió al PSOE cobrar un sueldo en negro cuando en los años noventa dejó la judicatura para formar parte de las listas electorales--, el diputado socialista ha señalado que "él sabe que digo la verdad y que me he quedado corto", porque "hay una segunda parte en la que no estaba presenta y que me han contado". "No se gustan cuando se miran al espejo algunos, que cambien", añade.

Preguntado sobre si este libro es también una forma de redireccionar el PSOE nacional, Guerra ha contestado que "el libro no tienen ninguna pretensión" de que el partido tome una u otra dirección. "Esto es el pasado, 20 años de mi vida que marcan el presente y el futuro", y esta libro "puede ser bueno para orientar a las personas, pero no tiene ninguna intención de decirle a nadie en la dirección del Partido Socialista lo que tiene que hacer".

Acerca de algunas opiniones que piensan que su libro es un ajuste de cuentas, Guerra ha respondido que el género de memorias en España "no tiene buen cartel" y defiende que "no hay ajuste de cuentas". "No hay ajuste de cuenta, primero porque no me interesa y, segundo, porque con la edad que tengo lo que quiero es hacer amigos no ajustar cuentas con nadie". Al respecto, y sobre opiniones del partido acerca de este libro, confiesa que algunas personas le han dicho que "lo han leído y les ha gustado".

Del mismo modod, respecto de por dónde pueden venir las soluciones al PSOE, Guerra ha comentado que tras la derrota "fuerte" de hace año y medio, "es normal que se esté replanteando todo y no se haya recuperado aún la confianza". Pero, asegura, "se puede recuperar en las próximas elecciones, con el oficio y las condiciones necesarias para que el partido pueda atraer al electorado", y "eso se hace hablando con muchas personas, movilizando a la gente y haciendo un programa que tenga gancho, que no oculte los principios del socialismos, sea prudente y sintonice con lo que dice la mayoría".

"Hay que escuchar a la gente y por ahí hay que facilitar la felicidad de los seres humanos", afirma, toda vez que reitera que "si se hace un programa atendiendo a qué quiere la gente, el PSOE volverá a ser ganador", porque el Partido Socialista "no está en el peor momento de su historia, sino que está dentro de la historia en un buen momento". Al hilo de esto, y sobre la elección del candidato a la próximas elecciones, afirma que "no debe ser muy pegada" a la cita electoral, pero "tampoco muy adelantada", porque "no se juega ahí el ser o no ser del partido, ni tampoco su triunfo".

En relación a lo anterior y sobre si en ese camino de recuperación del electorado es adecuado el camino emprendido por Rajoy y Rubalcaba de pactar un postura común de cara a la próxima cumbre europea, Guerra opina que "un partido que esté en la oposición tiene que hacer oposición clara al Gobierno", pero eso "no implica que no pueda, en algunos momentos, pensar en llegar a un acuerdo con el Gobierno sobre temas que afectan al conjunto de la Nación y que no ponen en juego la posición ideológica de un partido o de otro".

ESTE LIBRO "NO SALVA A LOS DESAFECTOS"

Guerra también ha querido dejar claro que este libro "no salva a los desafectos", al ser cuestionado sobre si el éxito de 'Una página difícil de arrancar' desmiente el tema de la desafección de los ciudadanos hacia la políticas y los políticos. Además, reconoce que "nunca ha sentido desafección hacia él" y aboga por "hablar con el lenguaje que usa la gente, dar mensajes concretos y ser coherentes". "En España hay 400.000 personas que me odian y un montón de millones que me quieren, y yo estoy muy contento con eso", porque "algunos que me odian, lejos de preocuparme, es como una medalla".

Por último, y sobre el acuerdo de actualización de las indemnizaciones por gastos del presidente del Parlamento, Manuel Gracia, y de un portavoz adjunto de cada grupo parlamentario, que la Mesa del Parlamento de Andalucía ha dejado sin efecto este miércoles, Guerra ha señalado que "no sabe cómo se ha hecho", pero "no era el momento adecuado para tomar esta decisión", y "lo han dicho incluso los que la tomaron", concluye.