Un antiguo guerrillero y un ex presidente se disputarán la Presidencia uruguaya

AGENCIA EFE 29/06/2009 12:20

Con una escasa participación del 44 por ciento de un censo de 2.564.219 electores, los uruguayos decidieron los candidatos oficiales para los ocho partidos que concurrían a estas elecciones, preámbulo obligatorio de los comicios nacionales del próximo 25 de octubre.

A partir de la mitad de los datos escrutados, se confirmaron las cifras adelantadas por los sondeos a pie de urna a primera hora de la noche y que definieron a los grandes vencedores de la noche.

Estos fueron el senador, ex ministro de Ganadería y dirigente tupamaro "Pepe" Mujica, que batió con creces (un 53 por ciento) a su inmediato adversario y correligionario, Danilo Astori (38 por ciento) , y, en el lado de la oposición, Lacalle, quien fuera presidente del país entre 1990 y 1995, y que se impuso con comodidad (57 por ciento) a su compañero de filas Jorge Larrañaga (42 por ciento).

En la otra gran fuerza política uruguaya, el Partido Colorado, será Pedro Bordaberry (con un 71 por ciento) quien competirá con los anteriores para la presidencia del país, aunque la intención de voto que tiene en estos momentos parece dejarle lejos del podio de la jefatura del Estado.

En el discurso que ofreció ante centenares de seguidores tras conocerse su victoria, Mujica pidió "corazón" a los "frentistas" para ganar las elecciones de octubre, a la vez que agradeció a "los soldados anónimos" que habían posibilitado el éxito de este domingo.

"Las razones son débiles si no tienen pasión, no tienen sentimiento si no tienen algo que nace en las entrañas. Y eso viene de un largo compromiso de todos los trabajadores anónimos que compusieron este Frente", afirmó Mujica, a quien incluso los adversarios en su propia coalición califican de "populista".

Sin embargo, este político de 75 años es adorado por las bases del Frente Amplio, a quienes encandila con su manera llana de hablar, sus modismos y jerga, y sus esfuerzos por hacerles ver que es uno de ellos.

Tras depositar su voto, afirmó que se iba a su chacra o hacienda a comerse un asado y "arar" en su campito.

Esa cercanía le valió el éxito sobre sus rivales frenteamplistas: el intendente del Departamento de Canelones, Marcos Carámbula, y el propio Astori, a quien no sirvió de nada el apoyo que le prestó el presidente del país, Tabaré Vázquez, que legalmente no puede optar a la reelección y había puesto en el ex titular de Economía sus esperanzas.

"Tenemos que luchar para que este país tenga generosidad y entienda que la gente que no tiene que comer, lo primero que hay que resolver es que coma y luego hay que resolver lo demás", afirmó Mujica.

Y aunque tendió la mano a Astori para la futura formula electoral de cara a los comicios, le dejó claro por dónde irá su propuesta popular, frente al mayor liberalismo de aquel.

"El Frente no tiene odios para nadie y en el Frente caben todos, pero el Frente tiene un compromiso con la justicia social", aseveró.

Hoy se espera una reunión entre Mujica y Astori para intentar llegar un acuerdo sobre la fórmula electoral para octubre.

En tanto en el Frente Amplio queda esta tarea pendiente, la de definir quién concurrirá de segundo con Mujica a las elecciones nacionales, su principal rival, el Partido Nacional o "blanco" sí llegó a un sorpresivo acuerdo.

Tras agradecer a los militantes y seguidores blancos su apoyo, Lacalle tendió la mano a Larrañaga y éste anunció que el ex presidente uruguayo le había propuesto ir de segundo a las elecciones de octubre y que había aceptado.

"Luis Alberto Lacalle me ha ofrecido la candidatura a la vicepresidencia de la República. Y ese sentido del deber, ese amor a mi partido y a la patria me lleva a expresar que le voy a acompañar", dijo Larrañaga en la Casa del Partido Nacional.

Y añadió que ponía una condición: "que se sepa en todos los rincones de la República que la revolución recién empieza y que vamos a ganar", aseguró.

Minutos antes, en su discurso ante los militantes, Lacalle había tenido palabras de reconocimiento para Larrañaga y auguraba, de cara a las elecciones generales del próximo octubre, "una campaña dura, de contrastes", pues la ventaja del gobernante Frente Amplio (coalición de izquierdas) "no es demasiado grande".

De hecho, estas elecciones internas dejaron de manifiesto que el Partido Nacional roza la victoria en cuanto a intención del voto ante el Frente Amplio y que el Partido Colorado podría en tal sentido suponer la diferencia entre el Gobierno de uno y otro, con una eventual alianza con los blancos, como ya ocurrió en el pasado.