Gutiérrez Limones es vicepresidente de la Asamblea y Agramunt ha delegado esta semana en él sus funciones, como ya hizo cuando en abril pasado el Rey Felipe VI intervino ante el Pleno de la Asamblea, con sede en Estrasburgo, justo en medio de la polémica por su viaje a Siria.
La visita a Siria fue la gota que colmó el vaso en la Asamblea, donde la figura de Agramunt siempre despertó recelos en los sectores más antirrusos, pues el español es un firme defensor del diálogo con Moscú.
Ese desplazamiento a Damasco, que Agramunt hizo en compañía del presidente del grupo de los liberales en la Asamblea y diputado del PDeCat --la antigua Convergencia-- Jordi Xuclà, ha desembocado en que la mayoría de esta cámara le haya retirado su confianza.
Como Agramunt se niega a dimitir, la Asamblea aprobó este martes un nuevo procedimiento para destituirle que puede ponerse en marcha de manera inmediata, aunque contempla dos opciones --una más rápida que la otra-- para concretar esa destitución, en función de cuántos miembros de la Asamblea firmen la petición.
Ante este escenario, Agramunt ha optado por no presidir las reuniones de la Asamblea a lo largo de esta semana y ha delegado en Gutiérrez Limones, que tendrá que dirigir los debates del plenario, que incluyen cuestiones como la política migratoria, la situación de los refugiados y la seguridad.
El diputado socialista también ha recibido a dirigentes internacionales con los que se ha entrevistado, como los jefes de Gobierno de Moldavia y Montenegro, al actual presidente del Comité de Ministros y actual ministro de Asuntos Exteriores de la República Checa, así como al alcalde de Atenas.