En su declaración como imputado este miércoles ante el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Barcelona, Gonzalo de Dios, el mosso ha explicado que su intención era golpearle con la porra en las extremidades inferiores, pero que se desvió la trayectoria del porrazo por la interacción con una compañera, mientras que desde los Mossos d'Esquadra no han querido comentar ninguna de estas informaciones al tratarse de un caso judicializado.
Según las citadas fuentes, esta mossa, que ha declarado este miércoles como testigo, ha ratificado la versión del agente imputado, asegurando que el darle con el brazo mientras ella actuaba le desvió el golpe, que finalmente fue a la cabeza.
Para la acusación particular esta versión "no tiene ningún sentido" ya que según recogen las imágenes del suceso, el mosso golpeó directamente en la cabeza.
Este miércoles han declarado también como testigos un cabo de Mossos y el fotoperiodista que captó los hechos; este último ha asegurado que en ningún momento vio que el golpe de porra tuviera una trayectoria errónea.
Ahora la acusación estudiará si pide alguna imputación más a raíz de estos testimonios y presentará la secuencia de fotos original sobre el caso, a la espera de que el juez decida si archiva el caso o abre juicio oral.
Por este caso han declarado anteriormente en el juzgado la víctima, dos testigos que presenciaron los hechos y la pareja del afectado.