Iñaki Urdangarin no se conformó con vender sus congresos en Valencia y Baleares, también intentó sin éxito en 2005 el asalto a la Generalitat de Cataluña. Según los correos aportados por Diego Torres, el objetivo era similar al que ya lograron en Valencia y Baleares y el coste, también parecido, 1,2 millones de euros. La variante es que en esta ocasión la cumbre versaría sobre salud y servicios sociales.
Para tratar de convencer de las bondades del proyecto, según estos correos, los empleados de Nóos cuando se dirigían a un Conseller o al superior de los jesuitas, según sus palabras, añadían un poco más de "sal" social a sus escritos. El negocio finalmente no salió. Si tuvieron más suerte con una serie de contratos privados de asesoramiento con Abertis, Repsol o Telefónica.
Por ejemplo, Telefónica contrató al Instituto Nóos en octubre de 2003 a cambio de 181.000 euros. Lo curioso es que, en teoría, la contraprestación tendría que haber empezado tres meses antes de que firmaran el contrato. Más curioso aún es que dos años después Urdangarin consigue un nuevo contrato de asesoramiento por 100.000 euros con Repsol. Lo único que varía es el precio. El contrato es un clon al firmado en 2003 con Telefónica. Entre uno y otro, en 2004 es Abertis la que paga 100.000 euros al Instituto Noos por el mismo concepto. Y en los tres contratos otro elemento común. Es Urdangarin el que los firma.