El portavoz de IU en el Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares, junto a la portavoz de ICV, Nuria Buenaventura, ha presentado este jueves a los medios de comunicación el recurso de amparo que ambos llevarán al Tribunal Constitucional contra el procedimiento "fraudulento" y con "subterfugios", en palabras de Llamazares, que se ha aplicado para aprobar la reforma de la Constitución.
En una rueda de prensa ofrecida en el Congreso de los Diputados un día después de que el Senado ratificara la reforma a la que Llamazares se ha referido como "el golpe de mercado contra la Constitución", ambos parlamentarios han presentado su recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional ya redactado y que interpondrán "en las próximas horas", sin que hayan podido concretar el día, "porque depende de procurador".
En el mismo, Llamazares y Buenaventura recurren la "tramitación directa y en lectura única" de la reforma por parte del Pleno, así como la aplicación del artículo 167, en lugar del 168, evitando la convocatoria de un referéndum. Estos son, según Llamazares, los dos "elementos esenciales", tanto "de fondo" como "de forma", en los que se basa el recurso de amparo.
Llamazares ha criticado "la vía de urgencia", en alusión a la tramitación en lectura única, así como los "vetos" a las enmiendas, al tiempo que ha señalado que para tramitar una ley "normal" el Congreso dedica entre dos y tres meses, mientras que esta reforma constitucional se ha tramitado en "a penas 48 horas" y ha sido aprobada en "a penas dos semanas entre Congreso y Senado".
"NO ES EL 167, ES EL 168"
Asimismo, ha condenado "que se utilice para una reforma dura de la Constitución un subterfugio, que es el artículo 167, y con ello se evite la participación de los ciudadanos en referéndum". "Estamos ante una reforma dura porque convertir al acreedor en la prioridad y la devolución de la deuda en el objetivo fundamental significa relegar la política social de la Constitución española, significa recortar y amputar una base fundamental de la Constitución española que es su base social", ha argumentado.
"La voluntad del constituyente es que hubiera consulta popular, que hubiera referéndum, lo demás son subterfugios fraudulentos", ha sostenido Llamazares, quien ha calificado como "fraudulenta" una reforma por el artículo 167 y "que no permite participar a los parlamentarios, que se burla de los parlamentarios y los convierte en convidados de piedra".
"No es el 167, es el 168, es la reforma pura y dura de la Constitución, que requeriría, en nuestra opinión, disolución de las Cámaras, referéndum y una sopesada elaboración parlamentaria", ha insistido en la misma línea.
"Creemos que estos argumentos son susceptibles de amparo por parte del Tribunal Constitucional, de amparo, en este caso, a una diputada y a un diputado que quieren ejercer como tales y que se nos ha vetado ese ejercicio, y de amparo como representantes de los ciudadanos que deben participar en una reforma constitucional y a los cuales también se ha evitado en esta reforma", ha considerado Llamazares.
Por su parte, Buenaventura ha suscrito las palabras de Llamazares y ha destacado la "incapacidad de poder hacer un debate serio" en torno a la reforma, "por el tiempo y por los impedimentos de la propia Mesa" del Congreso, al tiempo que ha recordado que la única enmienda presentada por IU-ICV fue "vetada".
Ambos han reafirmado su compromiso de utilizar "todas las vías" para, en palabras de Llamazares, "defender el Estado Social, pero también para defender los principios democráticos, la participación política de los diputados y diputadas y la participación democrática en referéndum por parte de los ciudadanos".
Tras una "primera fase" de "defensa parlamentaria", IU e ICV han pasado a una "segunda fase" de "resistencia a esta reforma", en palabras de Llamazares, en la que se enmarca el recurso de amparo ante el TC y la iniciativa de recogida de firmas entre los diputados para forzar un referéndum.
32 FIRMAS
Sobre la cuestión de las firmas, Llamazares y Buenaventura han anunciado que esta mañana han enviado un formulario a todos los diputados y que el socialista Antonio Gutierrez ha respondido que va a firmar.
También a este respecto, Llamazares ha constatado que si los grupos parlamentarios que se han pronunciado ya a favor de un referéndum son "leales" sumarían ya 32 diputados, siendo necesarias 35 firmas. Tanto Llamazares como Buenaventura consideran que no es "un mal principio", dado que, como han señalado, están al inicio del plazo de 15 días desde la aprobación por parte del Senado para presentar las firmas.
Buenaventura ha destacado que las 32 firmas ya dan la razón "moral" a los defensores del referéndum, porque constituyen el 10 por ciento de los votos emitidos, aunque no la "legal". No obstante, ha manifestado su confianza en que van a conseguir las 35 firmas.
"Nos vamos a batir el cobre hasta el último minuto", ha dicho Llamazares.