La ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación , Trinidad Jiménez, ha afirmado este viernes que el presidente sirio, Bashar al Assad, "no tiene salida alguna", al tiempo que ha considerado que es "muy difícil" que "pueda llevar las riendas de una nueva Siria" aunque no ha llegado a pedir explícitamente su renuncia, como sí han hecho Alemania, Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
En declaraciones a la Cadena SER, al ser preguntada sobre si el Ejecutivo español se suma a la petición internacional para que Al Assad renuncie al poder, la jefa de la diplomacia ha respondido que "el Gobierno español está dentro del consenso de la comunidad internacional, de los principales países en el escenario internacional, para hacer un llamamiento firme y contundente de condena de los acontecimientos y la represión violenta que se lleva produciendo en los últimos meses y se ha intensificado en las últimas semanas".
"Además, consideramos que la represión violenta ha llegado tan lejos que Al Assad no tiene ninguna credibilidad cuando habla de reformas o dice que va a parar la represión. No tiene ya salida alguna", ha sentenciado.
Jiménez ha incidido en que el Gobierno de España se suma a las "peticiones" de la comunidad internacional confía en que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas apruebe una nueva resolución sobre Siria que implique "un consenso internacional más firme y contundente y, sobre todo, más amplio de condena y de llamamiento al régimen sirio a que cese la violencia, abra un proceso de reformas y pueda abrir una nueva era que conduzca al pueblo de Siria a una época de libertad y democracia, que es a lo que aspiran todos los pueblos".
Consultada por el motivo por el que la comunidad internacional estimaba hace unos meses que Al Assad había abierto un proceso de reformas aceptable y ahora considera lo contrario, Jiménez ha dicho que los "distintos interlocutores" de la comunidad internacional han realizado una "presión diplomática" sobre el Gobierno sirio para que emprendiera reformas y recibieron la promesa del régimen de que abriría ese proceso, algo que finalmente no ha hecho.
"Es evidente que no lo ha hecho. Al contrario, lo que ha hecho ha sido intensificar la represión contra las protestas. Incluso en estos momentos las autoridades de la ONU y organismos de Derechos Humanos hablan de que (la represión) pudiera ser calificada como crímenes contra la Humanidad", ha explicado.
"Lo que se hace inicialmente --ha continuado-- es una presión diplomática intensa, contundente y firme para abrir una posibilidad de democratización, pero, cuando vemos que a pesar de ello no ha dado ningún tipo de fruto, llega un momento en que la represión ha llegado tan lejos que es muy difícil que sea el propio Al Assad el que pueda asumir las riendas de una nueva Siria".
Jiménez ha insistido en que el aumento de la represión y la falta de materialización de las reformas son la "justificación" para que la comunidad internacional decidiera ayer dar "un paso más hacia adelante" en sus exigencias al régimen sirio.
"Esperamos que haya un consenso básico en Naciones Unidas, que eso ha sido otra de las dificultades en los últimos meses. Al contrario que el caso de Libia, donde había un consenso básico inicial en el seno del Consejo de Seguridad, no es así en el caso de Siria. Hemos tenido que estar peleando casi por cada expresión de condena. Esperamos que podamos avanzar en los próximos días", ha considerado.
VIAJE DE LEÓN A DAMASCO
Jiménez no ha querido confirmar si el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, envió en julio al entonces secretario general de la Presidencia, Bernardino León, a Siria para mediar en la solución de la crisis y se ha limitado a señalar que "muchos importantes países de la comunidad internacional" han hecho "gestiones discretas encaminadas a un único objetivo: conseguir que cesara la represión y que se abriera un proceso de reformas y apertura".
"Esto es algo que es común dentro de la comunidad internacional, forma parte de las gestiones diplomáticas y, como tal, tienen que ser discretas y, en esa discreción, siempre prefiero moverme como ministra de Exteriores", ha añadido.
La jefa de la diplomacia tampoco ha aclarado si España estaría dispuesta a ofrecer asilo al presidente Al Assad. "En torno a esa cuestión no voy a hacer comentarios y me va a permitir que me siga moviendo en el espacio de la discreción al que me siento obligada", ha afirmado.
SOMALIA
En relación a la situación en Somalia, en la que cinco de las regiones de la zona sur están sufriendo una hambruna, Jiménez ha incidido en que "la comunidad internacional se tiene que mover con mayor agilidad, intensidad y compromiso" y ha destacado el "muy intenso" compromiso de España con el país africano y con la zona del Cuerno de África, la más afectada por la mayor sequía de los últimos 60 años.
"España ha hecho un desembolso de 25 millones (de euros) para paliar la hambruna de Somalia. Estamos entre los tres primeros países donantes, pero queremos que haya un mayor compromiso de la comunidad internacional. Vamos a intensificar todos los esfuerzos y esperamos que haya una respuesta internacional más intensa, más rápida y, desde luego, un mayor compromiso porque es una vergüenza para todos que haya gente que se muera de hambre", ha concluido.