Según ha asegurado Fernández en un acto en el parque de atracciones del Tibidabo en Barcelona, "Duran no le puso ninguna condición a Zapatero para ayudarlo durante toda la legislatura, y ahora presenta al PP un decálogo para sacar al país de la crisis".
En este sentido, Fernández ha aseverado que "parece que el enemigo de Duran es el PP y no la crisis", asegurando que el candidato de CiU está luchando para que los populares no consigan una mayoría suficiente para gobernar.
Duran ha fijado diez líneas rojas para apoyar de forma puntual o estable al futuro Gobierno: rebajar el déficit y pacto fiscal; eje mediterráneo; el Cuarto Cinturón, desdoblar la N-II, la A-340, la autovía Valls-Montblanc Lleida-Val d'Aran; la gestión de El Prat y demás aeropuertos catalanes; un plan financiero que permita mayor liquidez y crédito para las empresas; un plan de choque contra el paro; un paquete de medidas para pymes y autónomos sin tocar la Ley de Morosidad; ampliar dos años la disposición adicional tercera del Estatut; defender los intereses mediterráneos en la PAC y no utilizar el catalán como instrumento de confrontación.
CONTINUIDAD O CAMBIO
El líder popular ha advertido de que tras conocerse las últimas cifras del paro, los comicios del 20N se han convertido "en un referéndum entre la continuidad o el cambio", y ha añadido que el PP es la única garantía para la recuperación económica.
"La continuidad representa más paro y el cambio más ocupación", ha concluido el candidato del PP, recordando que Rubalcaba representa el legado de Zapatero.