Josep Piqué cree que el proceso soberanista refleja la debilidad institucional en España

EUROPA PRESS 17/09/2013 13:46

El exministro Josep Piqué ha afirmado este martes que el proceso soberanista en Cataluña refleja la debilidad institucional en España, por lo que esta situación se podría "encauzar" si se reforzasen los vínculos.

Durante la presentación en Madrid de su libro 'Cambio de Era' (Deusto), ha indicado que el desapego de la sociedad respecto a las instituciones provoca que "emerjan los nacionalismos periféricos".

Aunque matiza que no es a él a quien compete hablar, cree que esta desafección "no puede ser buena para nadie" y que seguirá creciendo si no se corrige, por lo que hacen falta instituciones fuertes y con prestigio.

Para él, hay que "renovar el vínculo entre ciudadanos e instituciones", y ha recordado que votar la Constitución ya creó un vínculo especial, pero hoy la mayoría los españoles no tiene la edad para haberla votado, lo cual no favorece crear lazos.

Josep Piqué ha recordado que España ha tenido ocho constituciones desde la de Cádiz (1812) y no se ha reformado ninguna, sino que todas se han derogado.

Al preguntársele si apoyaría una reforma constitucional, ha dejado la puerta abierta al manifestar que "algo tiene que cambiar", aunque no es nada partidario del 'derecho a decidir'.

Sobre el modelo de financiación de las comunidades, ha respondido apostando por dejar de lado el debate sobre la distribución del poder y centrarlo en los recursos que debe tener cada administración.

Es favorable a un cambio de modelo, pero cree que esto no es lo que está centrando el debate político, sino que "se sitúa más en los sentimientos que en lo económico, y eso es más difícil de gestionar".

También ha destacado que la agenda política debe incluir la reforma de la ley electoral y la de partidos, porque las listas cerradas y las circunscripciones amplias sólo favorecen un alejamiento aún mayor de los ciudadanos respecto a sus representantes.

SALIENDO DE LA CRISIS

Según él, Europa ya ha salido de la recesión, aunque con tasas de crecimiento muy modestas, y "es posible que España esté saliendo de la recesión, pero tiene tasas tan bajas que no permitiran crear empleo neto hasta 2015".

Considera que la crisis del euro refleja que Europa también está en crisis como concepto político, y advierte de que una Europa dividida "va a pesar muy poco" porque los países individualmente dejarían de estar en el G-8 en diez años, por muy importantes que sean, como Alemania.

En cuanto a las decisiones económicas del Gobierno, ha respondido que no quiere dar recetas, pero no es partidario de subidas de impuestos, sino de bajarlos cuando llegue el momento.