Cinco policías testifican que sospecharon que Mossos "camuflados" alertaron de su llegada a un colegio el 1-O

telecinco.es 10/04/2019 14:22

El primero en relatar este suceso ha sido un inspector de la Comisaría General de Información desplazado a Cataluña para el 1-O para coordinar la intervención en los colegios del distrito de Les Corts y Sabadell. Ha señalado que desde el primer momento le llamó la atención que en los centros electorales siempre hubiese congregada una "masa ingente" de personas, incluso después de haber votado.

Fue en la Escuela Pau Romeva de Barcelona en la que se comprobó que los concentrados se avisaban entre ellos de "viva voz" de que la Policía estaba a punto de llegar al centro para así poderse organizar y cerrar el colegio con el objetivo de impedir la actuación policial. Los cinco testigos han destacado que, además, el acceso a la calle en la que se encuentra el centro estaba cortada por dos vehículos logotipados de Mossos d'Esquadra.

Esto provocó que la Unidad de Intervención Policial (UIP) --antidisturbios-- tuviese que acceder a la zona "en sentido contrario" y que una veintena de personas saliese de la "masa" aproximándose a ellos con cascos de moto, cadenas, palos y pasamontañas. Según han constatado ante el tribunal, a preguntas del fiscal Javier Zaragoza, los propios agentes que iban informando de la situación en la que estaba el colegio antes de intervenir, se marcharon hacia la parte trasera del colegio cuando un compañero les puso "a salvo" ante el acercamiento de los concentrados.

TENÍAN UNA "ACTITUD VIGILANTE"

Allí, en la parte de atrás del colegio Pau Romeva, detectaron a dos personas "vestidos con ropa convencional", que llevaban "medio de transmisión ocultos", "botas tácticas", defensa extensible escondida e incluso "armas cortas". Los testigos han apuntado que tenían una "actitud vigilante sobre lo que pasaba en el colegio e iban dando comunicación".

Cuando terminó la actuación en el colegio, se metieron rápidamente en un coche próximo, cuya matrícula se comprobó que pertenecía a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, y "salieron a la carrera" persiguiendo el convoy policial, han subrayado.

Para el inspector de la Policía responsable de la actuación este hecho confirma sus sospechas de que los Mossos d'Esquadra estaban "vigilando" los movimientos de la Policía para avisar a los concentrados. "Ahí está el titular", ha advertido durante su declaración, una vez que ha concluido su relato.

Si bien, a preguntas del abogado Javier Melero, que defiende al exconsejero de Interior Joaquim Forn, dos de los testigos no han querido apuntar directamente hacia la policía catalana. Uno de ellos ha indicado que desde su posición no pudo apreciar a quien estaban informando estas dos personas a través de los pinganillos, aunque ha añadido que por su "experiencia eran policías".

En el interrogatorio de otro de los testigos, Melero se ha referido a estas dos personas como "mossos", a lo que el agente ha replicado que él no los ha identificado en ningún momento como miembros de ese cuerpo.

MUCHA COMIDA, SACOS DE DORMIR Y ESTERILLAS EN UN COLEGIO

Un sexto testigo, un inspector desplegado también al mismo distrito de Barcelona para proceder a los registros de los centros Joan Boscà y Pau Romeva, ha enfatizado que estos avisos impidieron que pudieran actuar con rapidez y encontrar las urnas. Lo que sí vio en el último centro fue "mucha cantidad de comida, sacos de dormir y esterillas", algo que le llamó la atención

Este policía ha destacado en su declaración sobre la intervención en el Pau Romeva que la actitud de los Mossos le hizo pensar que "ningún momento su mandato fuera no impedir la votación", ya que en ningún momento se acercaron a ellos para ofrecer apoyo.

Ha dicho que tuvo que ser la Policía Nacional el que pidiese por favor que retirasen los vehículos para poder acceder y que el 'binomio' del cuerpo autonómico no puso ningún impedimento, pero que procedió a quitarlos de "forma lenta".

Asimismo, ha recalcado que las grandes complicaciones surgieron cuando abandonaron la zona en las furgonetas policiales. Los concentrados lanzaron objetos, gritaron "no olvidaremos" e intentaron rodear los vehículos.

Debido a que el convoy se vio dividido, varios agentes se apearon de los coches para "disparar al aire con salvas" para evitar quedarse "aislados", ha rememorado.