El juzgado de instrucción número dos de Arenys de Mar (Barcelona) investiga la muerte de un bebé durante el parto el pasado 16 de agosto por la denuncia de la familia que lo achaca a negligencia médica y a falta de personal.
El auto, al que ha tenido acceso Europa Press, indica que el hecho "puede ser constitutivo de un delito de homicidio por imprudencia profesional".
Tras admitir a trámite la denuncia de la familia, el juez requiere en el auto el informe de reconocimiento y autopsia de la médico forense, la totalidad de la historia clínica de la madre al Hospital Comarcal de Sant Jaume de Calella y al CAP de Canet de Mar, y la totalidad de las grabaciones de vídeo de dicho día.
UNA CESÁREA URGENTE
Fuentes del Hospital declinaron esta semana hacer declaraciones mientras continúe la investigación, y señalaron que el 16 de agosto un equipo de guardia obstétrica le practicó una cesárea urgente, pero que el bebé no respondió a las maniobras de reanimación.
Indicaron también que la dirección del hospital, gestionado por la Corporación de Salut del Maresme y la Selva, puso toda la documentación de la historia clínica a disposición de la familia.
Fuentes de la Conselleria de Salud señalaron a Europa Press que el servicio de maternidad del hospital funciona correctamente y sin restricciones de personal, aunque hasta este miércoles la Corporación había planteado un ERE para un millar de sus trabajadores que ha sido retirado tras lograr un acuerdo.
En declaraciones a Europa Press, el padre del bebé, Alexandre Hernández, explicó que su hija "era más grande de lo normal" por lo que cuando llegaron al hospital para dar a luz, presentaron un informe del ginecólogo que recomendaba un parto por cesárea.
Según afirmó, las dos comadronas "prácticamente obligaron" a su mujer a tener el parto natural, y en las últimas horas --duró de 18.00 a 4.00 horas-- la comadrona se subía a la barriga de la mujer y tiraba de la cabeza del bebé para intentar sacarlo.
Sólo en el último momento decidieron realizar una cesárea de urgencia y los médicos tardaron más de 30 minutos en acudir, pero ya no pudieron salvar la vida del bebé, ha añadido Hernández, que llevó el caso al Defensor del Paciente.
Tanto Alexandre como su padre, José Miguel, han considerado que esa noche no había suficiente personal médico porque se trataba de un día festivo, y han afirmado que "nadie en el hospital" les ha ofrecido una explicación ni atención psicológica.
Asimismo, José Miguel ha reclamado que se haga justicia porque la vida de la pareja "ha quedado destrozada para siempre".