Los kenianos deciden si adoptan una nueva Constitución para modernizar el país

AGENCIA EFE 04/08/2010 11:57

Los colegios electorales abrieron como estaba previsto a las 06:00 (03:00 GMT) y cerraron a las 17.00 sin que se registraran incidentes y con una participación que se prevé muy alta, tras la formación de largas colas desde incluso antes de la apertura.

La actual Carta Magna data de 1963, cuando Kenia se independizó del Reino Unido, y expertos constitucionales señalan que el texto necesita de una revisión porque otorga demasiados poderes al presidente del país, no considera el puesto de primer ministro y se redactó cuando existía un solo partido político.

El nuevo texto pretende modernizar Kenia y consolidaría los puestos de presidente y primer ministro, crearía un Senado como nueva cámara alta del Parlamento y devolvería poderes a las regiones y distritos.

"He votado 'Sí' porque quiero un cambio en Kenia y no creo que vaya a haber problemas. No nos vamos a pelear con nadie porque creo que la mayoría desea el cambio", dijo a Efe Simon Ngig Kiongo, uno de los votantes en la localidad de Limuru.

Limuru está situada al borde del valle del Rift, donde se vivieron los peores episodios de violencia del país durante la violenta crisis que siguió a las elecciones presidenciales de diciembre de 2007.

La ola de violencia se desató cuando el actual primer ministro y entonces candidato presidencial, Raila Odinga, acusó al presidente keniano, Mwai Kibaki, de haber manipulado las elecciones para ser reelegido.

Cerca de Limuru, en el área de Maai Mahiu, dentro del valle del Rift, aún existe un campo de personas desplazadas por la violencia electoral de los primeros meses de 2008.

La crisis finalizó cuando los dos rivales acordaron en formar un gobierno de coalición e implementar una serie de reformas institucionales para democratizar Kenia, incluida la redacción de una nueva Constitución, que ahora tanto Kibaki como Odinga apoyan.

La jornada electoral transcurrió pacíficamente y sin incidentes, gracias a la presencia de cerca de 73.000 miembros de las fuerzas de seguridad repartidos por los 27.689 colegios electorales de todo el país.

"Voy a votar 'Sí' porque así no habrá violencia, ya que los dos (Odinga y Kibaki) son las personas más importantes, pueden utilizar el Ejército y se asegurarán de que no pase nada", dijo, por su parte, Alice Ndirangu, una ex granjera de 33 años y con cuatro hijos que lleva más de dos años en el campo de personas desplazadas Tumaini Mission (Misión de esperanza, en swahili).

A su vez, Michelle Odhiambo, una joven artista de 25 años, dijo que le gusta el nuevo texto porque "trae un buen cambio y resuelve varios problemas, como el de darnos control sobre los diputados, a los que podremos echar si no lo hacen bien".

En la barriada de chabolas de Kibera en Nairobi, el lugar más violento de la capital durante la crisis de 2008, Tanui Wilson, un técnico de 40 años, contó a Efe que había votado por el 'No' "porque esta Constitución permitirá a las autoridades expropiar las tierras a sus dueños y eso puede traer problemas".

El nuevo texto prevé la creación de una autoridad gubernamental que podrá resolver disputas sobre la propiedad de las tierras, un asunto tradicionalmente polémico en Kenia.

Tras la independencia del Reino Unido, que durante la época colonial había expulsado a los nativos de las mejores tierras en el valle del Rift, el primer presidente keniano, Jomo Kenyatta, redistribuyó éstas entre los miembros de su tribu, los kikuyu, lo que creó resentimiento en el resto de la población.

Más tarde, el segundo presidente del país, Daniel Arap Moi, de la tribu kalenjin, intentó realojar el mayor número posible de miembros de su tribu en esta zona, que desde entonces ha sido origen de enfrentamientos étnicos y políticos en el país.

Las encuestas prevén una victoria del 'Sí' con entre el 66 y el 68 por ciento de los votos y la Comisión Electoral deberá informar de los resultados oficiales en el plazo máximo de 48 horas previsto por la ley a esos efectos.

Jose Miguel Calatayud