Las mismas fuentes han precisado que la cantidad de efectivo que llevaban rondaría el millón de euros. El perfil de estas personas, sumado a la información previa con la que contaban las autoridades españolas, levantó las sospechas de que la intención de los arrestados pudiese ser la de desplazarse a lugares de conflicto en Oriente Próximo para financiar movimientos terroristas, si bien esto es una hipótesis que por el momento se está investigando por parte de los especialistas de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional.
Por el momento la única acusación que pesa sobre los cuatro libaneses está relacionada con la posible comisión de delitos económicos.