El fiscal mantiene la petición de 25 años para el acusado de asesinar a su excompañera de 21 puñaladas

EUROPA PRESS 07/06/2013 17:48

El fiscal ha mantenido este viernes la petición de 25 años de cárcel para el hombre de 44 años acusado de acabar con la vida, en mayo de 2011, de su expareja, a quien abordó en la calle Vinaroz de Almería después de esperar durante horas a que saliera a pasear a su perro para asestarle de "forma brutal" hasta 21 cuchilladas.

Durante el trámite de informes, en la que la defensa también ha elevado a definitiva su calificación de homicidio en lugar de asesinato, el fiscal ha asegurado ante el jurado popular encargado de enjuiciar el crimen que ha quedado probado en la vista oral que atacó a la víctima "sin darle oportunidad de defenderse y por la espalda" y que planeó la muerte, además de "aumentar de manera deliberada su sufrimiento".

Ha aludido al testimonio de los testigos que presenciaron el apuñalamiento mortal "en plena calle, un domingo por la mañana" y ha sostenido, de acuerdo a la pericial de los forenses, que V.F.C., con dos hijos menores en común con la fallecida, A.E.N., "estaba plenamente capacitado para distinguir lo que estaba bien o mal". De las 21 heridas que presentaba, cinco de ellas eran defensivas y la mayoría se concentraban en la espalda. La Abogacía del Estado y la Junta andaluza, personadas en la causa como acusación, se han adherido a sus conclusiones.

La letrada de la defensa también ha mantenido la acusación de homicidio. En la primera sesión del juicio, advirtió al jurado de que su patrocinado asumía los hechos pero pidió que se "atemperarán a cómo pasaron". Argumentó que en el caso no concurre alevosía "ya que no actuó al traición" al haber una discusión previa ni tampoco ensañamiento, e hizo hincapié en que V.F.C., tras el crimen, permaneció en la zona y "esperó a que llegase la Policía a detenerlo", por lo que ha pedido la atenuante de colaboración con la justicia.

Durante la primera sesión ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, el procesado aseguró que, cuando la abordó en plena calle, "no quería quitarle la vida" y que "solo" quería "hablar" con ella porque "no" le dejaba ver a sus hijos. "Me sentó muy, muy mal que me dijese que no podía ir a la comunión de mi niña y me molestó la forma en que me llamó para decirme que era un mal padre y que no podía confiar en mí", apuntilló.

Alegó a preguntas del fiscal que el "shock" no le permitía recordar nada del momento del apuñalamiento a A.E.N. y afirmó que, después de que ella le "amenazase" y le "insultase" en la mañana en que perpetró el crimen, sacó el cuchillo que portaba "bajo la camiseta" y con el que había salido de casa, para decirle "mira que te pincho".

"Me dijo cosas que nunca habían salido de su boca contra mí, que no tenía cojones y se abalanzó contra mí", indicó V.F.C., quien definió su relación de pareja, de la que tiene dos hijos de 11 y 9 años en común con la víctima, como la "de cualquiera" y "sin discusiones", y dijo que "le daba igual" que ella tuviese o no una relación con otra persona. "Yo solo quería ver a mis hijos, con los que estaba todos los días del año".

"AUMENTÓ DELIBERADAMENTE SU SUFRIMIENTO"

La Fiscalía sostiene que el acusado tomó la decisión de acabar con la vida de A.E.N., con quien había compartido su vida durante once años, a primera hora de la mañana del 8 de mayo de 2011. Con este objetivo, cogió de la cocina de casa de su madre, donde había pasado la noche, un cuchillo de 20 centímetros de largo y cuatro de ancho, y salió de la vivienda en dirección al domicilio en el que residía la víctima con sus dos hijos en el barrio de El Zapillo.

Desde que llegó a la zona y aproximadamente durante unas "tres horas", V.F.C "estuvo merodeando" por las inmediaciones de la calle Jaúl "con la intención de abordar" su expareja cuando saliera a pasear a su perro, "cosa que sabía que ella hacía todos los días", según remarca el fiscal.

A las 10,00 horas, y tras ver como A.E.N. abandonaba el portal de su edificio, se acercó "por detrás" y, "dando cumplimiento a lo planeado", le asestó varias puñaladas con el arma que portaba "de una forma totalmente imprevista y con la intención de acabar con su vida".

Cuando la víctima cayó al suelo, V.F.C. continuó con su ataque pese a que ella "gritaba pidiendo ayuda y trataba de defenderse moviendo los brazos y las piernas, sin lograrlo", lo que, según subraya el Ministerio Público, "aumentó su sufrimiento toda vez que se encontraba con vida mientras le asestaba cada nueva puñalada".

Como consecuencia de la "brutal" agresión, el procesado causó a su excompañera un total de 21 heridas en la "región dorsal, el tórax y las extremidades", algunas de ellas --añade-- "con orificio de entrada y salida". A.E.N., quien tenía 30 años cuando fue asesinada, falleció por un "shock hemorrágico" aunque "algunas de las heridas que sufrió eran mortales por sí solas".

V.C.F. fue arrestado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía sin oponer resistencia en las inmediaciones de la calle Vinaroz a las 10,30 horas. Había sido retenido por varios vecinos de la zona testigos del crimen cuando se encontraba sentado en un banco.