Por su parte, la defensa ha pedido la libre absolución del acusado, por considerar que no está comprobado que fuera él el que cometiera la agresión al cuestionar su identificación en una rueda de reconocimiento.
El juicio se ha celebrado este lunes, a puerta cerrada, en la Audiencia de Ciudad Real, y ha quedado visto para sentencia.
El caso se ha reducido a la versión de la víctima contra la versión del acusado, dado que, a la hora en la que ocurrieron los hechos, pese a suceder en plena calle, no hubo testigos.
Según las conclusiones del fiscal, los hechos se produjeron a las 6.45 horas del 28 de junio de 2015 cuando el acusado, R.G.M, de nacionalidad española y condenado en 2011 por exhibicionismo y provocación sexual, acorraló a su víctima en una calle de Valdepeñas al ver que caminaba sola.
Tras agarrarla fuertemente por la espalda y colocarle una navaja de "grandes dimensiones" en el cuello, le dijo a la mujer que "sólo" quería tocarla, tras lo que introdujo sus manos en el escote del vestido de la víctima agrediéndola sexualmente.
Además de la pena de prisión, la Fiscalía solicita para la víctima una indemnización de 2.000 euros y que se prohíba al acusado acercarse a menos de 300 metros o comunicarse con ella durante un período de 10 años.