Así se ha pronunciado el jefe de la diplomacia española en declaraciones a los medios en Argel, donde se encuentra de visita oficial y desde donde ha expresado la satisfacción del Gobierno español por el acuerdo alcanzado por las potencias del G8 reunidas en Enniskillen.
García-Margallo ha destacado que este acuerdo "pone rumbo" a la celebración de una conferencia de paz en Ginebra entre el régimen sirio y las fuerzas de la oposición, una apuesta por una solución política al conflicto que el Gobierno español ha defendido "desde el principio", convencido de que una solución militar es "prácticamente impensable".
Por ello, ha apuntado que la UE, que aplazó hasta el 1 de agosto la posible entrega de armas defensivas a los rebeldes para "dar una oportunidad el diálogo", debería replantearse esta decisión.
"Si se abre el diálogo entiendo que haríamos bien en reconsiderar nuestra situación", ha apuntado el ministro, antes de recordar las "dificultades" que han rodeado a la toma de esta decisión.
Los 27 discutieron el levantamiento del embargo de armas sobre Siria a finales de mayo. Entonces se enfrentaron las posturas de países que venían defendiendo desde hacía tiempo la entrega de armas a los rebeldes con los que se oponían de plano. España abogó por entregar material de defensa a los rebeldes bajo condiciones determinadas.
Del acuerdo alcanzado en el G-8, el ministro de Exteriores ha destacado que apuesta por un Gobierno transitorio de unidad nacional y dotado de poderes ejecutivos y defiende el principio de evitar una "depuración" en las Fuerzas Armadas.
Además, ha hecho hincapié en que el acuerdo constata la presencia cada vez mayor de yihadistas en las fuerzas de oposición, algo que "conecta" con el fenómeno del terrorismo internacional.