Conde regresó el pasado 13 de abril a la cárcel casi ocho años después de salir de Alcalá-Meco por el saqueo de Banesto, del que habría repatriado al menos 13 millones de euros, según informaron fuentes jurídicas. El ex presidente de la entidad bancaria ingresó en la prisión madrileña de Soto del Real en el marco de la causa en la que se le investiga por crear un entramado empresarial en España y el extranjero para traer de vuelta a España fondos procedentes del 'caso' Banesto.
El antiguo presidente de Banesto habría blanqueado, entre 1999 y 2014, un total de 13 millones de euros --2,2 a través de ingresos en efectivo y 10,7 de transferencias en cuentas en el extranjero-- cuando aún le restan por depositar 14,1 millones de la responsabilidad civil por la que fue condenado en el 'caso Banesto'.
NO HAY PELIGROSIDAD
En un escrito remitido al Juzgado, el expresidente de Banesto alegó que en su caso no existen "circunstancias de peligrosidad" que aconsejen las barreras físicas en las comunicaciones en la cárcel.
"La necesidad de intercambiar y consultar documentación por la especial naturaleza de los delitos investigados, de carácter económico, aconsejan que el lugar físico donde se ejerza el derecho de defensa en prisión no esté limitado por un cristal", alegó su defensa.
El juez Pedraz atendió su solicitud y remitió un escrito a Soto del Real autorizando las entrevistas sin barreras.
No es el primer acusado por delitos económicos que reclama esta medida. El expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán ya lo reclamó al juez que le investigaba en el 'caso Crucero' y obtuvo también permiso para reunirse sin mamparas con su abogado.