Mascarell, exdelegado en Madrid, se suma a las críticas de Puigdemont contra la UE

BARCELONA 27/11/2017 11:35

Acusa al Estado de vender el proceso catalán en el exterior como "radical, prácticamente étnico"

El exdelegado del Govern en Madrid y miembro de la lista de JuntsxCat a las elecciones del 21-D, Ferran Mascarell, ha acusado este lunes a las instituciones de la UE de no hacer "honor a las obligaciones que tienen con los ciudadanos catalanes".

En un desayuno informativo de Focir bajo el título 'Diplomacia cultural: una herramienta de proyección internacional', ha defendido que "en términos generales" la sociedad catalana se siente proeuropea y quiere permanecer en las instituciones europeas.

Ha respondido así a la pregunta sobre que el candidato de JuntsxCat y presidente de la Generalitat cesado, Carles Puigdemont, haya planteado la posibilidad de preguntar a los catalanes sobre permanecer en el UE: "No nos podemos sentir muy satisfechos de lo que los dirigentes europeos han hecho y creo que tenemos mucho por hacer para cambiar estas instituciones y dirigentes".

Durante el coloquio, Mascarell ha acusado al Ministerio de Exteriores de afirmar en Europa que el proceso independentista es "un movimiento nacionalista radical, prácticamente étnico".

Ha explicado que Exteriores hacía llegar a las embajadas que la hoja de ruta independentista estaba impulsada por "unos políticos fanáticos, tras los que se ha formado un movimiento nacionalista radical, étnico, en la que la parte rica del Estado se quiere separar de la pobre".

Ha incidido en que ese es un relato "bastante significado en la sociedad madrileña", y que es el relato al que se aferra el Ministerio.

Mascarell ve al Estado en manos de una élite política no muy mayoritaria que lo dirige "en forma de núcleo duro y vive acampada en la capital" Madrid, que ha recordado que es la ciudad española con la rentas per cápita más altas pero también con más desigualdad, por lo que ha aclarado que cuando habla en ese sentido de Madrid no se refiere a Vallecas, sino a esa élite.

Asegura que, para muchos de esos madrileños, España está en manos de un mal Estado que no se preocupa de asuntos como el paro y la corrupción, y que enmascara tras el concepto de unidad de Estado, la voluntad de que "nada cambie", porque se están beneficiando del sistema actual.

DIPLOMACIA CULTURAL

También ha afirmado que su cese como delegado del Govern, como el de Bruselas, se debe a su tarea de diplomacia cultural, porque no les podían "acusar de nada" ya que no habían participado del desarrollo en el Parlament de la hoja de ruta independentista.

Ha razonado que la diplomacia cultural utiliza un sistema muy amplio de cultura: "Explica las dimensiones de un país desde el punto de vista de su cultura, es decir, el universo simbólico de un país".

Para Mascarell, también el Ministerio de Exteriores trabaja el concepto de diplomacia cultural a través de la Marca España: ha explicado que la marca es "una narrativa inventada a través de la pluralidad y diversidad (de España), de una democracia moderna y avanzada que tiene poco que ver con las propias dinámicas del Estado" de puertas para adentro.

En ese sentido, ha recordado haber visto vídeos de la marca España emitidos en México, que unificaban en un relato la diversidad de España, cuando hay comunidades autónomas pidiendo un "marco social diferenciado".

Ha reivindicado un Parlament "libre" para poder desarrollarse culturalmente, y ha criticado medidas del Estado como subir el IVA cultural en 2011, ya que en Cataluña a 31 de diciembre de 2010 había 96 millones de consumos culturales --como comprar un libro e ir al cine--, y en 2015 se redujo a 65 millones.