El Presidente del Gobierno no se ha salido ni un ápice de la línea que ha mantenido tras los últimos comunicados de la banda: es insuficiente, solo esperamos la disolución de ETA, el Gobierno mantendrá su política antiterrorista, no habrá ninguna condición que aceptemos, no habrá ningún diálogo, repetía en una entrevista anoche en Antena 3.
Al Vicepresidente le ha correspondido dar el paso, pasito, adelante. No es una mala noticia, pero no es la noticia, aseguraba en su declaración sobre el comunicado de ETA en la que, por cierto, no admitió preguntas de la prensa.
El hecho de que el Vicepresidente saliera a valorar el anuncio de la banda terrorista (los anteriores solo merecieron una breve respuesta por escrito) también significa que el Gobierno da una cierta importancia al comunicado, como me reconocían desde La Moncloa tras la comparecencia de Rubalcaba. Importante, precisamente, fue la palabra que ha empleaba el Secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias: una noticia importante que se tiene que confirmar con hechos y sin condiciones.
La respuesta de Zapatero lanza el mensaje de que el Gobierno se mantiene firme y no bajará la guardia ante los terroristas. Las respuestas de Rubalcaba y del PSOE denotan que los socialistas no quieren dar un portazo a esta declaración de alto el fuego permanente y de carácter general en la que la propia ETA habla del final de la confrontación armada.
En cualquier caso, el Gobierno no se fía de ETA. El Presidente Zapatero ha pedido a los dirigentes de su partido cautela y pruedecia. Con pies de plomo ya que no sería la primera vez que los terroristas rompen su promesa de tregua.