Zapatero respaldó la idea alemana de que es necesario dar una serie de pasos para aumentar la competitividad europea, sintonizando las políticas económicas con medidas que se plasmarían en un "pacto de competitividad".
Estas ideas y la situación del euro ocuparon gran parte de la cumbre hispano-alemana celebrada hoy en Madrid, según señaló el jefe del Ejecutivo español en la conferencia de prensa conjunta que ofreció con Merkel a final de la reunión, que se produjo un día después de que el Gobierno español firmara con sindicatos y empresarios un gran pacto social y económico anticrisis.
Dicho acuerdo recibió el respaldo de la canciller alemana que dijo que España, tras meses de ser sometida a estrecha vigilancia por los mercados, "ha hecho sus deberes y va por muy buen camino" con las reformas emprendidas, entre ellas el aumento de la edad de jubilación de 65 a 67 años.
"Compartimos la idea de que la zona euro es el proyecto político y económico más ambicioso" que han emprendido los europeos, "que el euro es fuerte, pero que vamos a fortalecer aún más la moneda común", destacó Zapatero.
Para conseguirlo se partirá de dos pilares: del fortalecimiento del pacto de estabilidad y de un pacto de competitividad, explicó.
"Europa y los países de la zona euro no vamos a renunciar a seguir siendo los más competitivos y tampoco vamos a renunciar a la prosperidad, por ello son necesarias las reformas", agregó el jefe del Gobierno español, que afirmó que "en estos tiempos de crisis, la UE es una unión de derechos y deberes".
Merkel defendió la necesidad de acometer los cambios dirigidos a "fortalecer la competitividad de Europa", porque solo de esa manera "se va a garantizar el bienestar" europeo en un mundo que cambia tan rápido.
"El euro es una moneda común, pero es también un proyecto político común. Si fracasa el euro, fracasa Europa", afirmó Merkel, que dijo que "Alemania, por supuesto, defenderá el euro".
En este contexto, la canciller sostuvo que si se está en una zona que comparte una moneda común, se debería actuar y reaccionar de forma similar, tender a una armonización de las políticas.
En concreto, señaló la importancia de avanzar hacia una armonización de la base imponible del impuesto de sociedades, hacia unos costes laborales unitarios, eliminando las cláusulas que ligan la subida de los salarios a la inflación, y un retraso progresivo de la edad de jubilación.
Esta última medida, recordó, ya ha sido adoptada por Alemania, Francia y España.
La canciller explicó que en la cumbre extraordinaria que se celebrará mañana en Bruselas se va a plantear el "principio básico" de esa iniciativa, pero "no habrá resultados concretos", sino que se concretará de cara al Consejo Europeo del próximo mes de marzo.
Alemania exige esas medidas como contrapartida para aceptar un aumento y flexibilización del fondo de rescate para los países en apuros de la zona euro.
La reforma del fondo consistiría en un incremento de las garantías aportadas por los estados más solventes, o al menos de Alemania, de manera que éste pueda incrementar su capacidad de financiación real hasta los 440.000 euros comprometidos en mayo.
En la actualidad, debido a las restricciones impuestas para garantizar la máxima nota de las agencias de calificación, sólo puede conceder créditos hasta un tope de unos 250.000 millones a los países con problemas de solvencia.
La cumbre hispano alemana concluyó con un almuerzo al que fueron invitados representantes de los empresarios y de los sindicatos, cuyo apoyo al pacto social y económico, que incluye controvertidas medidas como la ampliación de la edad de jubilación, fue alabado por Merkel.
Según el resumen de Zapatero, la reunión bilateral fue "una cumbre de afirmación, de confianza, de credibilidad, de fuerza en nosotros mismos".
Antes del comienzo de la reunión, la canciller, que viajó a Madrid acompañada por seis de sus ministros, fue recibida por el rey Juan Carlos, con quien habló sobre las últimas iniciativas para superar la crisis económica.