Militantes de PP de Madrid creen que el 'aguirrismo' está "liquidado" pero que una gestora sería un "parche inaceptable"

EUROPA PRESS 05/06/2015 16:50

Militantes del PP de Madrid en puestos orgánicos e institucionales consultados por Europa Press creen que el 'aguirrismo' está "liquidado" aunque tampoco descuidan la "baraka (suerte) de Esperanza Aguirre, que parece que tiene más vidas que un gato", mientras que todos coinciden en considerar que una gestora no sería la solución, al contrario, se ve como "un parche inaceptable que sólo llevaría al desastre más absoluto en las generales".

"El PP de Madrid como lo hemos conocido en los últimos diez años se ha acabado y ella lo tiene asumido pero no se va a entregar sin luchar", ha vaticinado una de las personas consultadas.

Creen, por otro lado, que con una gestora "no se gana nada" y más en las circunstancias actuales, en las que la presidenta del PP de Madrid "está más disciplinada que nunca en la vida". Lo único que podría conseguir la dirección del partido con una gestora es "abrir una espita en el resto de España", algo no muy recomendable ante la situación "más que delicada" que vive el PP en todo el país.

A RAJOY "NO LE GUSTAN LOS LÍOS"

Tampoco creen que Rajoy quiera abrir ahora mismo esa caja de pandora. "Mariano Rajoy es un señor de Pontevedra a quien no le gustan los líos", ha declarado un militante popular.

Ahora es el momento de los pactos para conformar gobierno en la Comunidad, se trata de "un juego de tiempos", no se piensa "ahora" en desbancar a Aguirre aunque, incluso los más cercanos a la presidenta madrileña, consideran que su mantenimiento al frente del partido "tiene fecha de caducidad".

Ella ya anunció su intención de convocar un congreso extraordinario, cuya fecha deberá ser aprobada por la dirección nacional. Nadie apuesta en el PP por que Aguirre se presente a ese cónclave interno.

LA GESTORA COMO UNA VERSIÓN SUPERIOR AL 'DEDAZO'

En lo que todos los sectores del partido coinciden es que una gestora no sería la mejor solución. "Es una versión superior del dedazo, que lo único que haría sería dejar sin legitimidad a la persona que se pusiera al frente", exponen.

"Cualquier solución de ese tipo es un parche inaceptable. La solución pasa por caras nuevas, que el PP de Madrid lo dirija alguien entre los 30 y los 40 años, de la generación de Albert Rivera, porque la presidencia no tiene que ser algo hereditario", han argumentado otras fuentes. Hay quien ha apostillado que "en ese ejercicio de regeneración no caben los delfines" sino únicamente "lo que los afiliados digan".

Para los consultados la clave está en si Cifuentes consigue hacerse con el Gobierno. "Si Cifuentes preside la Comunidad, el PP de Aguirre se disuelve como un azucarillo, con los resultados malísimos de ella, con la influencia del secretario general (Ignacio González) estando como está, por no hablar de la del presidente del Comité Electoral (Salvador Victoria)", han llegado a afirmar.

EL MODELO, UN AZNAR CUARENTÓN

Preguntados sobre si los 'veteranos' han asumido que tienen que ceder el paso, hay quien defiende que son plenamente conscientes de que "su tiempo ha acabado". "El partido tiene que volver a los 90, que fue su época de esplendor, con (José María) Aznar, entonces cuarentón", han apuntado.

Los nombres que más se oyen en el PP de Madrid para dirigirlo son los de la candidata a presidir la Comunidad, Cristina Cifuentes, y el de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

En el caso de Cifuentes, las fuentes consultadas señalan que sería una opción viable pero no la más deseada a priori por el presidente del partido y del Gobierno, Mariano Rajoy, ya que él siempre habría mostrado su predisposición a que quien se ponga al frente de la formación en Madrid no sea ni el alcalde ni el jefe del Ejecutivo autonómico.

Si fuera Santamaría la que se pusiera a los mandos del PP madrileño contaría como baza a su favor el peso que tiene aunque tampoco habría que pasar por alto que pudiera entenderse como "una guerra abierta contra Aguirre".

También hay quien advierte de la necesidad no descuidar otros nombres, como el del alcalde de Boadilla, Antonio González Terol, que no sólo reuniría el requisito de ser joven (37 años), sino también de haber sido respaldado en las urnas, con la mayoría absoluta conseguida el 24 de mayo. Se trata de ir "a una refundación" de la que tiene que salir "gente joven y sin mochila".

DIMISIONES DE FIGAR Y VICTORIA

Las diferencias en el PP madrileño se hacen palpables en cuanto a la dimisión de la consejera de Educación y Deporte, Lucía Figar, y el portavoz del Gobierno regional y consejero de Presidencia y Justicia, Salvador Victoria. Para unos era esencial para facilitar el acuerdo PP-Ciudadadanos en la Comunidad y para otros una cesión innecesaria cuando los 'naranja' "tienen a un imputado a sueldo del Parlamento europeo como Jordi Cañas".

También están los que creen que si Cifuentes no consigue la Presidencia regional está "aniquilada", que es lo que pretende, de fondo, los Ciudadanos de Albert Rivera, que han planteado que podrían pedir a Aguirre que firmara su documento contra la corrupción.

Y esa "aniquilación" habría podido empezar con las dimisiones de Figar y Victoria "cuando a estos señores no se les acusa de haber robado". Lamentan que ahora hasta una mera sospecha pueda ser motivo suficiente para acabar con alguien. "Estamos entrando en el juego de Ciudadanos y eso de obviar el derecho a la presunción de inocencia no puede ser", han remarcado.

El resultado de eso es que el PP "deteriora su imagen a lo bestia" porque en España parece que "quien dimite es por ser culpable". "Lucía Figar no puede estar al mismo nivel que Benjamín Martín Vasco", imputado en Gürtel, han lanzado.

Otros concluyen que esas dimisiones son vitales para alcanzar los acuerdos deseados y "no estar durante meses como en Andalucía".