Montoro ha sostenido esta postura en el Pleno del Senado al ser preguntado por el senador de CiU Ferran Bel sobre los "enormes costes sociales" que a su juicio comportará la reforma de la administración local que está impulsando el Gobierno, a causa del alejamiento de la gestión municipal hacia las diputaciones en las poblaciones de menos de 20.000 habitantes.
El ministro ha recordado que se trata de una reforma legislativa que aún no ha llegado a las Cortes Generales y ha desgranado los objetivos finales del Ejecutivo, que son mejorar la eficacia y eficiencia de los servicios públicos y acabar con las duplicidades.
Según ha sostenido, la reforma se hará "con todas las garantías" porque "se trata de que gane el municipalismo" y los ciudadanos reciban los mejores servicios públicos posibles, sin discriminación de su lugar de residencia.
Para ello, ha apelado a la colaboración de todas las formaciones políticas y la búsqueda de acuerdos "para lograr las definiciones de la reforma local que tanto está esperando el municipalismo". "No se dedique poner palos en las ruedas, tenga una actitud constructiva", ah reclamado al senador de CiU.
Sin embargo, Bel ha insistido en su rechazo al artículo que autoriza a las diputaciones a asumir competencias de los municipios de menos de 20.000 habitantes y ha advertido de que puede suponer su "colapso", por lo que ha augurado que recurrirán a la "externalización" de esos servicios.