Multitudinaria fiesta en las calles cierra una campaña sin claro favorito

AGENCIA EFE 10/06/2009 13:44

Ni la lluvia que cayó con fuerza durante toda la tarde noche amilanó a los teheraníes, que un día más aprovecharon la mayor libertad que concede el proceso electoral para dar rienda a su alegría.

"Necesitamos un cambio. Ha llegado el momento de que podamos salir con mayor libertad a la calle con nuestros amigos como ahora", explicaba a Efe una profesora de 32 años en la avenida Niavarán, en el norte de Teherán.

Cubierta con un hiyab (pañuelo) verde esperanza -color que han adoptado los seguidores del pro reformista Mir Husein Musaví- aseguraba que aunque el ex primer ministro no triunfe, nadie podrá ya reprimir "el movimiento" desatado por la juventud iraní.

Más al sur, en los barrios más empobrecidos, decenas de miles de seguidores del presidente Ahmadineyad volvieron a tomar las principales arterias y a colapsar el tráfico, como ya sucediera hace dos días.

Envueltos en los colores rojo, blanco y verde de la bandera de Irán, que el mandatario ha adoptado como símbolo, clamaban contra los candidatos reformistas, a los que acusaban de mentir y tratar de corromper el país.

"Ahmadineyad es un hombre del pueblo, ha trabajado para el pueblo y no se ha enriquecido como otros", explicaba a Efe Hosein Hamakdian, entre un gentío que al ocaso había tomado la emblemática calle Enguelab, en el centro de la ciudad.

A escasas 48 horas de los comicios, pocos son los que aventuran a hacer un pronóstico, ya que todo apunta a un resultado muy apretado que podría desembocar en una segunda vuelta.

En un país donde los sondeos no son fiables, las previsiones dan como favorito al presidente ultraconservador, seguido muy de cerca por el independiente pro reformista, Musaví, y a mayor distancia el también reformista Mahdi Karrubí y el conservador Mohsen Rezaei.

La presencia de cuatro candidatos dificulta que uno de ellos pueda lograr más del cincuenta por ciento de los votos emitidos y válidos que se exige para ser proclamado presidente en primera votación.

Todo dependerá, no obstante, del índice de participación, que según las autoridades "será récord".

Ahmadineyad, que podría convertirse en el primer presidente de la historia reciente de Irán en no repetir mandato, cerró hoy la campaña con un multitudinario mitin en la universidad Sharif de Teherán, en la que volvió a lanzar ataques personales contra sus rivales.

El mandatario ha cimentado su estrategia en la última semana en acusaciones contra el ex presidente, Ali Akbar Hashemi Rafsanyaní, al que en una arriesgada táctica sin precedentes ha acusado de corrupción.

Además, ha asegurado que tanto Rafsanyaní -uno de los hombres más ricos y poderosos de Irán- como su sucesor, el reformista Mohamad Jatamí y el ex primer ministro Musaví han formado "un triunvirato" para derrocar su gobierno.

Tanto Musaví como Karrubí han amenazado con destapar los posibles casos de corrupción del gobierno de Ahmadineyad si resultan elegidos.

"Ese tipo de insultos y de acusaciones contra el Gobierno son una copia de los métodos de Hitler, repiten mentiras y falsas acusaciones. Ahmadineyad no es el objetivo, si no la riqueza de la nación", afirmó.

Las alegaciones de Ahmadineyad, que han terminado de fracturar política y socialmente el país, y el contraataque de sus rivales han obligado al Poder Judicial a advertir que este cruce de acusaciones puede constituir delito.

Musaví, por su parte, cerró la campaña en la Universidad del Lorestán, en el oeste del país, donde pidió a los electores que acudan a las urnas para evitar "la destrucción del país".

"Nos hemos reunidos aquí, y en todo el país, porque no queremos un Irán destruido", dijo ante una multitud enfervorecida.

Musaví aprovechó el último acto electoral para criticar una vez más, con dureza, la política exterior y la gestión económica de Ahmadineyad.

"Usted no puede hablar de administrar el mundo, cuando es incapaz de gestionar su propio país", dijo con sarcasmo Musaví.

Según los expertos, será la economía, que durante el mandato de Ahmadineyad ha sufrido un gran deterioro, la que finalmente decante el voto.

Por su parte, el comandante jefe de las Fuerzas de Seguridad iraníes, general Ismail Ahmadi Moqaddam, recordó hoy que la campaña termina a las 8:00 de la mañana hora local del jueves (3:30 GMT) y que cualquiera que haga propaganda electoral a partir de esa hora puede ser detenido.