La ONU alerta de negligencia en la lucha global contra el tráfico de personas

EFE 12/02/2009 18:40

El estudio, basado en los datos proporcionados por 155 países, se considera la primera evaluación global del fenómeno del tráfico de personas y de las medidas que se han adoptado para combatirlo.

"Hay negligencia en unos países, y falta de reconocimiento del problema en otros, o incluso una negligencia maligna en algunos casos. Es una prioridad menor", dijo a Efe el director de UNDOC, el italiano Antonio Maria Costa.

Para ilustrar su valoración, Costa comparó los resultados que se consiguen en la actuación contra el narcotráfico y los de la lucha contra el tráfico humano.

UNDOC calcula que las policías del mundo interceptan entre el 10 y el 20 por ciento de la droga traficada, y el 46 por ciento en el caso de la cocaína procedente de Latinoamérica.

En cambio, el informe señala que en 2006 solamente se rescataron a 21.400 víctimas de tráfico de personas, lo que representa menos del 1 por ciento de los dos millones de seres humanos que se sospecha son víctimas de este delito, agregó el funcionario.

"Esto se debe a la falta de prioridad y a la negligencia. También al hecho de que es un crimen que, pese a haber acompañado desde siempre a la humanidad, no se ha regulado internacionalmente hasta hace poco", apuntó Costa.

El Protocolo de las Naciones Unidas contra el Tráfico de Personas entró en efecto en 2003, pero todavía muchos países no han adaptado sus legislaciones a esta norma internacional.

Costa citó como ejemplo el caso de España, que no creó la figura delictiva específica del tráfico de personas hasta 2008, según el informe.

UNDOC también advierte en el informe de 292 páginas que el número de condenas en casos de trata de personas ha aumentado en algunos países, pero en la mayoría difícilmente se supera las 1,5 condenas por cada 100.000 habitantes, lo que es una media por debajo, incluso de los delitos menos frecuentes.

En dos de cada cinco de los países sondeados por UNDOC, no se ha registrado ninguna condena en esta materia pese a que hay una mayor conciencia en la opinión pública sobre la gravedad de este fenómeno.

En Latinoamérica, Brasil es uno de los ejemplos de países con bajos índices de condenas, pues allí la suma de casos de tráfico humano investigados por la policía federal entre 2003 y 2006 es de treinta y dos, según el documento.

Ello a pesar de que en los campos de ese país, así como en los de los otros de los más extensos de la región, como Argentina y México, numerosos inmigrantes de las naciones vecinas trabajan en condiciones de casi esclavitud, de acuerdo a UNDOC.

El informe revela que el 79 por ciento de los casos de tráfico de personas están relacionados con la explotación sexual, que en la mayoría de las ocasiones involucran a mujeres y niñas.

Sorprendentemente, en un 30 por ciento de los países que identifican el género de los traficantes en sus estadísticas, la mayoría de los mismos son mujeres, resalta el informe.

Sin embargo, sus autores advierten de que estas cifras podrían ser un "espejismo", porque hay menos datos sobre otras formas de esclavitud o semiesclavitud a las que son sometidas las personas traficadas, como son el trabajo en minas, fábricas o como sirvientes domésticos.

Estos tipos de explotación son mucho más difíciles de detectar que la prostitución, por lo que su verdadero alcance es muy complicado de cuantificar, señalan.

Costa afirmó que su oficina se encuentra en el proceso de elaboración de un código de conducta para el sector privado, a través del que las empresas pueden asegurarse de que sus cadenas de proveedores no está manchada por el tráfico de mano de obra.

Los niños son la mayoría de las víctimas de este delito en algunas regiones de África y Asia, en las que los menores son una mano de obra preciada para mendigar, coser o recolectar cacao.

El informe desmiente la percepción de que el tráfico humano implica traslados de grandes distancias, cuando en realidad es un fenómeno que se produce "cerca de casa".

"Las estadísticas demuestran que la mayoría del tráfico es doméstico o interregional", apunta el texto.

Por otro lado, Europa es el destino al que las víctimas llegan de lugares más lejanos, mientras que Asia es el origen desde el que se desplazan a los lugares más variados.