La ONU impulsará en Madrid un mayor activismo político de la mujer latinoamericana

AGENCIA EFE 12/06/2009 17:16

La cita del 15 y 16 de junio en la capital española está organizada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de la ONU para el Desarrollo de la Mujer (Unifem), y contará con la presencia de dos ministras y 70 parlamentarias de casi todos los países latinoamericanos y de España.

Las dos jornadas de reuniones, coloquios y presentaciones servirán para intercambiar experiencias y analizar qué medidas pueden ser más efectivas en cada país para aumentar la presencia femenina en el poder político, según los organizadores.

"A mí lo que me interesa es que se discuta qué es lo que funciona", señaló en una entrevista con Efe la directora para América Latina y el Caribe del PNUD, Rebeca Grynspan, que definió el encuentro como "una feria del conocimiento".

Señaló que la escasa presencia de la mujer en la vida política de buena parte de las naciones de la región "no se corresponde con el avance en otros campos" y supone, junto a la discriminación salarial, una de las grandes asignaturas pendientes de la lucha por la igualdad de género.

Aunque hay países, como Argentina o Costa Rica, en que las parlamentarias representan alrededor del 40% de los escaños de la cámara baja, la media regional supera escasamente el 20%.

Así, los países con un número de diputadas más bajo son Colombia (8,4%), Brasil (9%) y Guatemala (12%), según datos ofrecidos por el PNUD.

En la cámara alta la presencia femenina es todavía menor, entre un 12 y un 14%, mientras que a nivel de municipios y regiones no sobrepasa el 7%.

Grynspan señaló a Efe que, a ese ritmo, la mujer debería esperar hasta 2050 para ocupar el 40% de los escaños parlamentarios regionales.

Por ello, apostó por utilizar programas de cuotas "bien implementados" como "pértigas" que permitan dar saltos sustanciales en esta materia, dada la resistencia que en muchos países ofrece todavía la clase política a la igualdad de género.

"En los países latinoamericanos donde no hay leyes de cuotas, las presencia de la mujer en la política es muy frágil", apuntó.

Programas "bien implementados" significa no rellenar simplemente la parte baja de la lista electoral con nombres femeninos, sino asegurarse de que hay mujeres en puestos con altas probabilidades de elección.

Grynspan rechazó que la reducida participación política de la mujer latinoamericana se deba a la falta de interés o de la educación necesaria para asumir cargos de responsabilidad.

Destacó que es en la educación el campo en el que la mujer cada vez cuenta con una mayor presencia, incluso llegando a superar a la del hombre.

"La ausencia de mujeres en la política no se puede explicar por una ley de probabilidades", resaltó la responsable del PNUD, que prefirió atribuir la situación a "mecanismos de discriminación invisibles".

"Es una discriminación que se ha hecho más invisible porque las sociedades han evolucionado y son cada vez menos tolerantes con la discriminación", comentó.

También se debe tener en cuenta que la resistencia a impulsar mecanismos correctores se debe a una lucha por el poder por parte de una clase política predominantemente masculina, que siente su futuro amenazado si se instalan cuotas de participación.

En ese contexto, observó que "un indicador de vitalidad democrática es la renovación de la clase política", y recordó que los partidos que dejan de reflejar sus sociedades perecen.

Doce países latinoamericanos instauraron cuotas en sus legislaciones electorales entre 1990 y 2008, con el resultado de que en esos casos se ha logrado un avance sustancial hacia la paridad, según el PNUD.

En cuanto al Ejecutivo, la región ha contado hasta la fecha con cuatro mujeres presidentes y una presencia superior al 20 por ciento en los gabinetes, en los que ya ocupan carteras tradicionalmente masculinas, como Defensa o Interior, según la agencia de la ONU.

Grynspan estuvo de acuerdo en que la presencia de la mujer puede incorporar nuevas sensibilidades y llamar la atención hacia problemas descuidados por sus colegas varones.

Sin embargo, afirmó que esas no son las razones principales para fomentar la actividad política de la mujer, sino que "la razón por las que las mujeres deben participar en política es por la igualdad misma".