Así lo explicó Ban Ki-moon durante su intervención posterior a la reunión mantenida hoy por los líderes de la Alianza y el presidente afgano, Hamid Karzai, en la segunda jornada de la cumbre que se celebra este fin de semana en Lisboa, y que se saldó con la firma de un acuerdo que recoge la progresiva transferencia de competencias al Ejecutivo del país asiático, entre 2011 y 2014.
El secretario general de la ONU calificó de "muy importante" y "exitoso" este encuentro, aunque precisó que lo importante no es tanto el cuándo, sino el cómo.
"Creo que la transición no es una cuestión de fechas, sino de que Afganistán pueda adquirir un rol de liderazgo para garantizar la seguridad y la paz" en el país, resaltó Ban Ki-moon, preguntado sobre su confianza en que se pueda culminar este proceso de transferencia en 2014.
En este sentido, apuntó que la ONU continuará trabajando con el Gobierno y la población de Afganistán para asegurar la estabilidad, la gobernabilidad, y el respeto de los derechos humanos, y para lograrlo, exhortó a la comunidad internacional a apoyar al Ejecutivo de Karzai en sus prioridades.
En su opinión, para acabar con el conflicto en el país asiático no sólo hacen falta "acciones militares", sino también "medidas políticas" que ahora empiezan a adoptarse.
El representante de Naciones Unidas también resaltó la importancia de lograr la "conciliación" del pueblo afgano, en referencia al diálogo entre el Gobierno y los talibanes.
Ban Ki-moon, además, hizo una mención durante su discurso sobre los afganos y los soldados de las fuerzas internacionales caídos en el "esfuerzo de llevar la paz a Afganistán".