El comisario de Fiscalidad y Antifraude, Algirdas Semeta, ha destacado en un comunicado que las operaciones conjuntas en la Unión Europea permiten luchar contra el crimen organizado, pero también "salvaguardar los intereses financieros" europeos y "proteger" a los ciudadanos y empresas que sí cumplen la ley.
La operación, bautizada como 'Operación Almacén', se ha centrado en el transporte por carretera y se realizó en octubre de 2003, aunque no se ha hecho pública hasta ahora. Las incautaciones se han llevado a cabo en nueve redadas en Suecia, Lituania, Portugal y Reino Unido.
La mercancía llegaba de manera legal a las fronteras comunitarias, pero los defraudadores solicitaban exenciones para el IVA y los derechos aduaneros declarando, por ejemplo, que los bienes estaban en tránsito y simulaban su exportación. Sin embargo, la mercancía permanecía en el mercado comunitario aunque desaparecía su rastro, por lo que los Estados miembros perdían los ingresos correspondientes, según ha explicado la Comisión Europea.
La mayor dificultad de las operaciones de esta envergadura son las diferencias de competencia y en los regímenes jurídicos que se aplican en cada país de la UE.