Los grupos de la oposición en el Congreso han pedido este miércoles explicaciones al Gobierno ante la "incoherencia" que, en su opinión, supone autorizar la venta de morteros y granadas a Bahrein cuando se prohibe prohibir la venta de gafas de visión nocturna, alegando la inestable situación interna del país.
Así lo han hecho constar en la Comisión de Defensa ante el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, que ha presentado en la Cámara Baja las estadísticas de las exportaciones de material de defensa, policial y de doble uso durante el año 2012, unas ventas que han descendido un 19,6% respecto al año anterior.
Aunque todos los portavoces parlamentarios han coincidido en saludar los avances que en materia de control de estas exportaciones ha hecho España, también han puesto de relieve las "dudas" que les ofrecen algunos países de destino.
Entre ellos se encuentra Bahrein, un caso para el que han pedido explicaciones varios diputados con el objetivo de aclarar la "incoherencia" que, en su opinión, supone que no se le permitiera comprar gafas de visión nocturna pero sí munición por 20 millones de euros y bombas, cohetes y torpedos por 21 millones de euros.
Así lo ha expuesto el portavoz de CiU, Jordi Xuclà, que ha cuestionado el "doble criterio" ante este país, en el que se apeló a su situación interna y al riesgo de desvío para denegar algunas licencias, mientras se dio luz verde a otras.
También ha pedido más información el diputado socialista Luis Tudanca, que ha hecho hincapié en que no puede existir "justificación" para defender que la situación Bahrein cambió "de forma tan rápida".
El secretario de Estado de Comercio ha precisado que se prohibieron tres licencias para Bahrein --dos definitivas y una temporal-- sobre la venta de gafas de visión nocturna y para sistemas de observación y sistemas de tiro para torretas móviles y ha confirmado que se hizo aplicando los criterios de "situación interna inestable" y "riesgo de desvío", por su "posible uso en la represión de manifestaciones de población civil", una situación que, según ha dicho, "no se da" en las ventas aprobadas.
García-Legaz ha explicado que el criterio del Gobierno consiste en rechazar "todo lo que pueda ser potencialmente usado para reprimir a la población civil" y permitir la venta de material que vaya a estar destinado a "defender su integridad territorial".
Según ha dicho, aquí se enmarca la venta por 21,8 millones de euros de munición de defensa antiaérea, morteros y granadas de mortero.
CRÍTICAS A LA ACTUACIÓN EN MALÍ
También ha recibido críticas la respuesta ante Malí, que el secretario de Estado ha puesto como ejemplo de los cauces con que cuenta la legislación española para "suspender o revocar las licencias previamente concedidas".
En concreto, García-Legaz ha explicado que en octubre del año pasado se revocaron dos licencias de exportación de armas de caza relativas a cartuchos y componentes de munición de caza, que estaban vigentes en 2012, siguiendo las recomendaciones de la ONU para la adopción de medidas que prevengan "la proliferación de todas las armas en la región del Sahel".
La portavoz de UPyD, Irene Lozano, ha preguntado "por qué no se hizo antes" esta revocación, una cuestión que también ha sido planteada por el portavoz socialista, que se ha mostrado sorprendido porque esta denegación no se hubiera realizado con anterioridad, ya que para entonces la rebelión del norte de Malí llevaba meses.
En sus intervenciones algunos grupos han expresado también su temor de que la crisis sirva para "relajar" un control que, según han reconocido todos, sitúa a España en la vanguardia, pero García-Legaz lo ha negado: "Bajo ningún concepto y en ninguna circunstancia habrá ninguna relajación", ha dicho.
El secretario de Estado ha recordado que los criterios que aplica el Gobierno para aprobar o denegar exportaciones no son "ni arbitrarios ni autónomos", sino que son compartidos por toda la Unión Europea y la comunidad internacional, y ha insistido en que España "puede presumir de ser uno de los países con más información y más detalles" en este tipo de exportaciones.
Además, ha defendido que "no hay razón" para "mirar con malos ojos" las exportaciones de material de defensa, porque son compras que los Gobiernos utilizan "para suministrar a sus Fuerzas Armadas", del mismo modo que lo hace España.