"Las deficiencias señaladas por el Tribunal de Cuentas de la Unión (oficial) van desde el descontrol en instalaciones radiactivas hasta la falta de renovación de técnicos que fiscalizan las usinas de Angra dos Reis", balneario en el que se sitúan las dos plantas nucleares de generación eléctrica del país, indica el periódico.
El informe obtenido por el diario dice que "de las 2.350 máquinas (que utilizan material radiactivo) distribuidas por el país, 1.269, que representan el 54 por ciento del total, funcionan de manera irregular y sin siquiera autorización oficial para operar".
También se ha observado que hay una notoria "carencia de recursos humanos" preparados para trabajar con material nuclear, y "una deficiente fiscalización de las licencias", dijo a O Globo Augusto Sherman, miembro del Tribunal de Cuentas y relator del informe.
Sherman explicó que la edad media de los técnicos que trabajan en el área nuclear en Brasil es de 52 años y dijo que cerca del 40 por ciento está a punto de jubilarse.
"La Comisión Nacional de Energía Nuclear puede tener un colapso por falta de personal dentro de pocos años", afirmó el funcionario, quien consideró que deben tomarse "urgentes providencias" para que el área sea fiscalizada en forma adecuada, por el riesgo potencial que entrañan sus operaciones.