Los padres de la menor mauritana continuarán en libertad

AGENCIA EFE 15/04/2009 13:16

Según han informado a Efe fuentes del caso, el tribunal ha considerado que deben seguir en libertad, ya que el encuentro que tuvo la madre con la menor en el centro escolar en el que estudia en Puerto Real, quebrantando una orden de alejamiento, ha quedado justificado puesto que la madre acudió allí tras recibir una llamada del director del centro por una cuestión de sus otros dos hijos.

Así rebate el tribunal uno de los argumentos empleados por la fiscal para pedir el ingreso en prisión de la madre de la menor.

Asimismo, el auto considera que no existe riesgo de fuga en la madre al tener retenido el pasaporte, lo que le dificultaría su regreso a Mauritania, y porque siempre ha acudido a las citaciones judiciales.

También asegura que no existe riesgo de fuga en el progenitor puesto que la pena impuesta, un año y seis meses por un delito de amenazas, no significa una pena privativa demasiado extensa.

El Ministerio Fiscal pedía en la vista celebrada ayer en la Audiencia Provincial el ingreso en prisión del matrimonio alegando que existía riesgo de fuga y falta de arraigo, además de que otros dos hijos que tienen a su cargo ya se encuentran en Mauritania.

El pasado 23 de marzo la Audiencia Provincial de Cádiz condenaba a 17 años de prisión a la madre de la menor al considerar el tribunal que la procesada cometió un delito de violación, otro de coacciones y un tercero de amenazas.

La sentencia condenaba también al marido de la menor, mauritano, de unos 40 años de edad, a 13 años y 6 meses de prisión por agresión sexual.

Al padre de la menor, tercer procesado en esta causa, el tribunal lo absolvía de agresión sexual pero lo condenaba a un año y seis meses por un delito de amenazas.

También le prohibía acercarse a su hija durante cuatro años.

Las penas son inferiores a lo que había solicitado la fiscal, que reclamó 22 años y 10 meses de prisión para la madre de la menor, 20 años y 10 meses para el padre y 15 para el marido.

La defensa sostuvo que no hay prueba alguna de la violación denunciada por la joven y solicitó la absolución de los tres acusados.

La sentencia ha sido recurrida ante el Supremo, que dictará sentencia firme.

La joven nació en Cádiz en 1992 y sus padres, ambos naturales de Mauritania, residen desde hace muchos años en España.

Cuando tenía 12 años, según relató en el juicio, su madre la llevó a Mauritania y, tras unos meses allí, en 2005 la obligó a casarse con un primo suyo de 39 años.

Regresó a España y volvió a residir en Puerto Real (Cádiz) con la familia española con la que continúa, hasta que en junio de 2007 llegó su marido y sus padres la amenazaron para obligarla a acostarse con él, a lo que ella se negaba, hasta que una noche, según dijo, el marido la violó.

El marido, en prisión preventiva desde junio de 2007, aseguró que la joven miente y que mantuvieron relaciones sexuales consentidas.