Madrid se blinda. Más de 4.000 agentes vigilarán la capital y las inmediaciones del Bernabéu este domingo para evitar el más mínimo incidente, pero lo cierto es que se saben que tendrán enfrente a centenares de seguidores peligrosos. Los barras bravas ya han demostrado de lo que son capaces aunque las fuerzas y seguridad del Estado españolas también.
El delegado de Gobierno en Madrid, José Manuel Rodríguez Uribes, no obstante, ha lanzado un aviso. Se esperan centenares de seguidores considerados peligrosos aunque cree que con la colaboración entre la Policía Nacional y la argentina para tener controlado a este grupo de personas será suficiente.
De hecho, Mazi Mazzaro, un cabecilla de los ultras del Boca Juniors calificado como "uno de los Barras Bravas más peligrosos", ya ha sido deportado a su país, según indicaron fuentes de la Policía Nacional. No obstante, la vigilancia sobre estos radicales va a ser constante. Hay un dispositivo de seguridad máxima en el aeropuerto de Adolfo Suárez-Madrid Barajas, en las carreteras, en las estaciones de autobuses y en el Metro.
Estamos ante personas consideradas "especialmente violentas" y que cuentan con antecedentes penales por lo que cualquier precaución es poca. En este sentido, el delegado de Gobierno ha defendido que se está haciendo un trabajo minucioso y que la inmensa mayoría vienen con la voluntad de celebrar la fiesta del fútbol, por lo que van a trabajar por que una minoría no provoque lo contrario. En este punto, ha explicado que se han puesto a la venta 20.000 entradas para cada equipo y unas 10.000 para los que vienen de Argentina.
Otra de las decisiones para extremar la seguridad ha sido separar a las dos aficiones, un regla que ya se aplica en otro tipo de acontecimientos cuando hay posiciones enfrentadas, como es este caso. Por último, ha asegurado que celebrar la copa argentina en Madrid se trata de un acontecimiento histórico y que esperan proyectar de España una imagen de seguridad.