En su calificación de los hechos recogida por Europa Press, de cara al juicio previsto para el próximo jueves en la Audiencia de Barcelona, la Fiscalía sostiene que Edgar M. a mediados de 2014 la agarró y le metió la mano por debajo de la ropa.
En otro episodio a mediados de noviembre del mismo año, Edgar M. comenzó a decirle groserías y le tiró la comida por encima, ante lo que la madre cogió el teléfono (primero el fijo y luego el móvil) pero el acusado agarró los dos y los tiró al suelo.
Debido a que su hijo cada vez estaba más nervioso, la madre cogió un cuchillo para defenderse pero Edgar M. se abalanzó sobre ella y la abofeteó, siempre según la versión de la Fiscalía.
El acusado sufre un síndrome psicótico --esquizofrenia, psicosis y trastorno de la personalidad, entre otros-- por los que llegó a estar ingresado, con lo que "pese a ser conocedor de los hechos presenta una alteración de sus funciones intelectuales y volitivas".
La Fiscalía --que contempla el atenuante de alteración psíquica y el agravante de parentesco-- pide seis años de cárcel por abuso sexual y diez meses más por maltrato, además de la prohibición de acercarse durante 13 años a la madre, quien no reclama indemnización.