El abogado Joan Piqué Vidal, que defendió en el caso Banca Catalana a Jordi Pujol, ha negado este lunes que el entonces presidente de la Generalitat tuviera abogado designado ni procurador para afrontar su querella: "Era mejor, pensando en la Historia de Cataluña, que no tuviera abogado ni procurador".
Al intervenir en la comisión de fraude del Parlament, ha explicado que en esa época --mediados de los 80-- los querellados no necesitaban designar abogado hasta que se abría juicio oral; por eso, sólo le asesoró cuando se querellaron contra él, pero no fue su abogado oficialmente: "Pensando en un futuro, el presidente de la Generalitat no debía tener ni abogado ni procurador".
Pese a presenciar la declaración de Pujol como querellado en la Casa dels Canonges, Piqué Vidal no le defendió oficialmente, sino de manera indirecta: "No hay ni un solo escrito mío defendiéndole a él", sino que, al defender al resto de consejeros de Banca Catalana, representaban también sus intereses.
Al preguntarle la diputada de ERC Marta Vilalta si utilizó su influencia sobre los magistrados de este caso para que se cerrara, ha respondido: "La influencia que tuvimos fue a través de los escritos presentados en nombre de los consejeros de Banca Catalana".
Sobre por qué el entorno del 'pujolismo' ha acabado vinculado con problemas con la Justicia, Piqué Vidal ha argumentado: "Cuando una persona gobierna durante muchos años, se rodea de muchas personas y no todas se comportan, nos comportamos, como deberíamos".
CASO ESTEVILL
Respecto al caso Estevill --en que fue condenado junto al juez Luis Pascual Estevill por extorsionar a empresarios para no encarcelarlos--, ha asegurado: "Una cosa es la verdad oficial y otra la verdad real", en alusión a las sentencias frente a la realidad.
Según su versión, fue condenado porque Estevill envió un escrito contra él al juez del caso, y "gracias a eso, su hijo, que estaba imputado, desapareció de la causa".
Sobre por qué siempre recaían en el juez Estevill las causas contra empresarios, ha asegurado que la Fiscalía siempre acudía a pedir diligencias cuando él estaba de guardia porque "nunca decía que no a nada".
También ha destacado que, cada vez que el juez acordaba prisión a un empresario, "estaba al lado del fiscal y nunca se manifestó en contra".