El Pleno de la Sala de la Audiencia Nacional, destinado a abordar la competencia de este tribunal para investigar el chivatazo a miembros del aparato de extorsión de ETA, se celebrará a partir del próximo 20 de septiembre en la sede de la localidad madrileña de San Fernando de Henares.
Así, los 18 magistrados que componen este organismo estudiarán los recursos presentados por las partes contra la decisión del magistrado instructor Pablo Ruz de procesar al director general de la Policía, Víctor García-Hidalgo, al jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, y al inspector José María Ballesteros, por la comisión de delitos de colaboración con organización terrorista o encubrimiento y revelación de secretos.
Al efecto la Sala de lo Penal ha convocado una vista oral a puerta cerrada a partir de las cinco de la tarde en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. Según refleja el acuerdo del presidente de la Sala, Javier Gómez Bermúdez, se llama "a la totalidad de los magistrados" a concurrir a la misma.
Gómez Bermúdez decidió el pasado 26 de julio elevar al Pleno el estudio de los recursos dada la "complejidad e importancia jurídica" que supone decidir sobre la comisión de los imputados de un delito de colaboración con organización terrorista, única infracción que permitiría a la Audiencia Nacional continuar con la causa.
FINANCIACIÓN DE LA BANDA
Ruz procesó el pasado 13 de julio a García-Hidalgo, Pamiés y Ballesteros al considerar que impidieron a través del chivatazo al propietario del bar Faisán de Irún, Joseba Elosúa, no sólo que se produjera la detención de miembros de la banda terrorista ETA sino que permitieron que la banda se financiara a través del dinero obtenido por extorsión.
El juez especificaba que García Hidalgo consensuó con Pamiés la delación y apuntaba al jefe superior de Policía del País Vasco como la persona que advirtió al dueño del bar Faisán de Irún, Joseba Elosúa, de las próximas detenciones. Ballesteros fue, en opinión del magistrado, el encargado de entregar el teléfono al propietario del local.
Hacía también referencia a las críticas vertidas por las defensas de Ballesteros y Pamíes contra el equipo investigador de la delación y su responsable, Carlos Germán, y destaca que "las sospechas vertidas en su contra" --que apuntaban a que pudo ser él quien advirtió por teléfono a Elosúa de los próximos arrestos- "carecen de sustento".