Así lo ha asegurado Posada en un desayuno informativo organizado en el Congreso por la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) en el que ha señalado que, desde su punto de vista, el 9-N "no se termina nada".
Según su análisis, esa fecha "es la culminación de un camino equivocado entre todos" y, una vez superada, lo que hay que hacer es retomar el diálogo con los catalanes y sus representantes políticos, aunque no se ha atrevido a aventurar quién tendrá que dar el primer paso si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o el presidente catalán, Artur Mas.
MÁS CERCA, NO DE ESPALDAS
Lo que Posada tiene claro es que "en vez de estar de espaldas, hay que estar mucho más cerca" y eso sólo se conseguirá dialogando. "A mí no me gusta nada esto de que cada uno vaya por un lado; un choque de trenes no conduce a nada", ha advertido.
En esta línea, ha indicado que "hay que mejorar el encaje" de Cataluña en España y que "nadie debe sentirse discriminado o maltratado en sus derechos". Posada no cree que los catalanes tengan motivos para sentirse "agraviados" porque "de forma ordinaria" el Estado ha "actuado bien".
Eso sí, admite que "es un hecho que una parte importante de la ciudadanía de Cataluña --no mayoritaria, pero sí importante, ha puntualizado-- se siente maltratada" y que es conveniente "escuchar" a ese sector "porque a lo mejor en alguna cosa tienen razón". "¿Por qué no iban a tenerla?", se ha preguntado.
REFORMA CONSTITUCIONAL
Preguntado sobre si para buscar ese mejor "encaje" de Cataluña en España hay que reformar la Constitución, Posada ha dicho que lo desconoce, aunque sí es partidario de utilizar "todos los medios" porque el objetivo que se persigue es "muy importante".
En este punto, ha recordado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no ha cerrado la puerta a esa reforma, aunque sí ha dejado claro que antes de afrontarla hay que determinar qué se quiere cambiar, para qué y quién la apoyaría.