PP y PSOE sacan adelante la reforma sin el apoyo de CiU por una estrategia de IU

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 02/09/2011 05:20

Aunque han propuesto a los nacionalistas hasta cinco enmiendas transaccionales, tanto el socialista José Antonio Alonso como la 'popular' Soraya Sáenz de Santamría han remarcado su negativa a permitir autonomía a las comunidades a la hora de fijar su techo de gasto o la emisión de deuda al considerar que ello dejaría sin efecto su propuesta de incluir la estabilidad presupuestaria en la Constitución para obligar a todas las administraciones.

"Todo esfuerzo de negociación tiene como límite no alterar la esencia -dijo la representante del Grupo Popular-. Dejar a cada comunidad margen para fijar el déficit es tener 17 límites que difícilmente cuadran".

Alonso subrayó que CiU ha pretendido reabrir debates como el de la financiación autonómica o "la cuestión sensible de la solidaridad", pero cree que no es momento de incorporar cuestiones ajenas al motivo de la reforma, que es reforzar la confianza de los mercados. "No podemos permitirnos dilación alguna", indicó.

Los dos grandes partidos desestimaron todas las sugerencias de las minorías para introducir aspectos distintos a la estabilidad presupuestaria alegando que "no es el día" y que actualmente "no hay debate más urgente" que el del control del gasto público.

UPyD recurrirá al TC lo "perpetrado" por PP-PSOE

La diputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en el Congreso, Rosa Díez, ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Constitucional la tramitación de la reforma de la Carta Magna "perpetrada" por PSOE y PP y ha reiterado su apuesta por cambiar la Constitución, pero para "proteger la democracia" de los dos grandes partidos.

UPyD había presentado una enmienda por el referéndum, que ha sido vetada por la Mesa del Congreso, y tuvo que reformular otra en la que reclamaba una reforma constitucional a fondo, tocando aspectos como el sistema electoral o el reparto competencial entre el Estado y las comunidades.

Las minorías cargan contra la reforma

La reforma de la Constitución PP ha recibido duros ataques de los portavoces parlamentarios nacionalistas y también de otros grupos minoritarios, que la han tachado sucesivamente de "centralista", "antisocial" y, sobre todo, de haber sido negociada de espaldas a los ciudadanos y a la propia Cámara.

ERC ha cargado contra la reforma por "rabiosamente centralista" pero también por ser "profundamente antisocial" y por haberse hecho con un procedimiento "antidemocrático".

El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, ha defendido el voto en contra de su grupo y ha avisado de que mientras "hasta ayer la reforma constitucional era anatema" y "tabú", hoy los dos grupos mayoritarios lo han convertido en "algo banal" que puede hacerse apresuradamente, en agosto y en los "estertores de las legislatura".

Sin el apoyo de CiU por una estrategia de IU

Finalmente, PP y PSOE han logrado que se apruebe en el pleno del Congreso la reforma de la Constitución de 1978 para fijar la estabilidad presupuestaria, con 316 votos a favor (PP, PSOE, y UPN) y cinco en contra (CC,UPyD y dos del PSOE).

Los dos grandes partidos no han contado ni con la abstención de CiU -a pesar de los esfuerzos hechos hasta el último segundo con la presentación de enmiendas transaccionales- debido a una estrategia de IU. Gaspar LLamazares se ha opuesto a que se votaran dichas enmiendas transaccionales en el pleno.

Las enmiendas transaccionales ofrecidas por PP y PSOE a los nacionalistas catalanes permitían que "preservando el principio" del acuerdo de reforma constitucional, se ampliara "el marco de colaboración" de las comunidades autónomas. Así, el texto propuesto planteaba que los parlamentos autonómicos puedan solicitar directamente al Congreso autorización para superar el límite de déficit en casos "excepcionales, como en catástrofes naturales". Hasta ahora, la reforma del artículo 135 de la Constitución reservaba esta opción sólo al Gobierno.

No obstante, después de la votación el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, ha aclarado, que aún en el caso de que se hubieran podido votar las enmiendas transaccionales que su formación ha pactado 'in extremis' con PSOE y PP, sus diputados no habrían apoyado una reforma porque considera "una aberración" que se haya excluido al resto de partidos de su redacción.

"Lo que mal empieza mal acaba", ha resumido Duran después del Pleno. En su opinión, la sesión de este viernes ha sido "un espectáculo" que sirve de "colofón" a la mala gestión de la reforma que han realizado PSOE y PP y que ha dado lugar a una Carta Magna en la que CiU no se siente "representada".

Los grupos NA BAI, ERC, BNG y ICV han abandonado el pleno antes de la votación. Llamazares y CiU no han votado.

El siguiente paso en el Senado que hoy mismo fija tanto el plazo de enmiendas como la fecha definitiva de la sesión plenaria para aprobar la próxima semana la reforma de la Constitución. Precisamente en el Senado, PSOE y el PP no descartan la posibilidad de presentar las polémicas enmiendas. No obstante, los dos grupos admiten que existen problemas de tiempo para ponerla en práctica.