En una entrevista en la Cadena Cope recogida por Europa Press, Pons, sin citar directamente a ninguna organización política, ha manifestado que hay partidos políticos a los que los bancos han condonado deudas millonarias, haciendo alusión al Partido Socialista, y ha manifestado que, bajo su punto de vista, es "es lo mismo que una donación anónima".
Además, ha añadido que "hay partidos que cuando gobiernan se escapan del control de los órganos de fiscalización", y que no declaran todas las donaciones que reciben en las campañas electorales.
En esta línea, también ha atacado a otros partidos de los que dice que no ingresan en la Seguridad Social las cuotas que cobran a sus empleados, haciendo referencia a Izquierda Unida de Madrid, algo que a su juicio, se va a atajar con la Ley de Transparencia aprobada por el Gobierno.
"A partir de ahora todo va a ser transparente, vamos a conocer íntegramente la contabilidad de los partidos, y no habrá más problema", ha sentenciado el parlamentario 'popular', añadiendo que gracias a la ley se va a conocer de donde obtienen los partidos el dinero y que lo gastan.
Pons ha reprochado al PSOE su continua "instalación la posición del no", aduciendo que se "opone a todo", y cita como ejemplo la Ley de transparencia, de la que dice, está basada en un borrador del PSOE y completada por la vicepresidenta de Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
En este sentido ha criticado que los socialistas, a su juicio, no votaron a favor de la ley "porque no", y ha señalado que con ello "sufre la credibilidad de PSOE y la credibilidad de todos".
Por último, Posn ha mandado un mensaje a la ciudadanía en el que asegura que hay que tiene que estar tranquilos porque los políticos han entendido "que la corrupción es un problema de todos" y que todos los partidos pueden sufrirla porque "forma parte de la debilidad humana", pero ha matizado que "lo que diferencia a unos de otros" es como reaccionan cuando en un partido existe un caso de ese tipo, y ha terminado diciendo que no se puede entrar en un "bucle autodescructivo" por el cual los políticos se dediquen a destrozarse en lugar de ponerse a trabajar juntos.