El presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el socialista Abel Caballero, ha preferido no opinar como responsable de esta organización sobre la supresión de las diputaciones provinciales que plantea su partido en el acuerdo de gobierno que ha alcanzado con Ciudadanos, aunque como alcalde que también es, del Ayuntamiento de Vigo, él apuesta por la reforma de estas instituciones.
Caballero no ha querido ofrecer un criterio desde la FEMP porque este debate, ha dicho, no ha sido planteado en la federación. "Por tanto, como presidente, nada puedo decir al respecto", ha dicho preguntado hoy por este debate. Todas las diputaciones y cabildos insulares del país son miembros de la Federación, salvo las forales de Guipúzcoa y Vizcaya.
El alcalde sí expresó sin embargo el miércoles su opinión al respecto como regidor de Vigo y afirmó que las diputaciones provinciales "deben ser reformadas y modernizadas", tras lo cual admitió que la suya era una "posición minoritaria" dentro del PSOE.
"No es compartida en ambientes municipales, pero las diputaciones deben reformarse y adaptarse al siglo XXI", añadió, al tiempo que expresó su "respeto" a otras opiniones.
EL PP PIDE LA MOVILIZACIÓN DE LA FEMP
El PP ha hecho estos días una defensa de las diputaciones y ha llegado a pedir la dimisión de Abel Caballero porque, a su juicio, un dirigente socialista no puede estar al frente de la organización municipalista visto el criterio del PSOE.
Hoy, el vicepresidente de la FEMP y alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, ha exigido a Caballero que convoque una Junta de Gobierno extraordinaria de la Federación para que ésta se posicione "clara y rotundamente" en defensa de las diputaciones.
La petición se une a las mociones que el PP está presentando en todos los ayuntamientos y diputaciones para defender la "función primordial" de las instituciones provinciales, ha dicho De la Serna.
El acuerdo de Ciudadanos y el PSOE, según el vicepresidente de la FEMP, "pone en evidencia el escaso conocimiento que posee Ciudadanos de la realidad territorial de España y el abandono, por parte de Pedro Sánchez, de los pequeños ayuntamientos".
"La supresión de las diputaciones provocaría una tremenda injusticia al convertir a quienes viven en el mundo rural en ciudadanos de segunda división", ha añadido.
El alcalde de Santander señala que las diputaciones no suponen un problema financiero. Al contrario, afirma, "son instituciones saneadas que pagan a sus proveedores en 30 días y su deuda sólo representa un 0,3 por ciento del PIB".