Presidente del TSJPV dice que las concertinas y lanzamiento de pelotas contra inmigrantes no son "medidas de seguridad"

EUROPA PRESS 03/04/2014 17:13

El presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Luis Ibarra, ha lamentado que la sociedad, "empapada de un miedo creciente a la libertad", no haya obtenido del Gobierno español el reconocimiento, "sin boca pequeña ni medias palabras", de que las concertinas o las pelotas lanzadas a inmigrantes en Ceuta, relacionadas con 15 fallecimientos, no son "medidas de seguridad pública ni de seguridad ciudadana ni tampoco de seguridad personal".

Ibarra, que ha clausurado el IX congreso del sindicato ErNE celebrado en el Palacio Euskalduna de Bilbao, ha lamentado, además, que no se haya "cambiado un ápice del Derecho Europeo Comunitario" después de la muerte de 363 africanos, "inmigrantes del hambre y de la guerra", en Lampedusa.

El máximo representante del TSJPV ha destacado que, en los últimos decenios, "una parte significativa de la sociedad, en sintonía con lo peor de la cultura política europea, se ha ido empapando de un creciente miedo a la libertad".

"¿Cómo, si no, se entiende que nos hayamos limitado a avergonzarnos y no hayamos conseguido cambiar un ápice del Derecho Europeo Comunitario después de que el pasado 3 de octubre 363 africanos inmigrantes del hambre y de la guerra, algunos de ellos niños, perdieran la vida en las aguas italianas de Lampedusa y, sobre todo, naufragaran a la vista de los europeos, que invocaron las normas de protección de la seguridad pública de las fronteras como pretexto para pasar de largo a su lado, sin ayudarles?", ha apuntado.

CONCERTINAS Y PELOTAS DE GOMA

Asimismo, ha preguntado cómo se entiende, si no, "que la opinión pública no haya obtenido del Ejecutivo español el reconocimiento eficiente, sin boca pequeña ni medias palabras, de que las 100.000 cuchillas concertinas instaladas en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla", y de que la pérdida de 15 vidas humanas en directa relación con el disparo de más de 140 pelotas de goma lanzadas para disuadir a los inmigrantes que intentaban llegar a la playa ceutí de Tarajal", no "constituyen medidas ni de seguridad pública ni de seguridad ciudadana, y desde luego, tampoco de seguridad personal".

A su juicio, esto "lo que realmente constituye es el más apabullante símbolo de la más sangrante definición de la 'Europa-fortaleza' atacada por un miedo a la libertad, que le lleva a no reconocer la condición de personas a los inmigrantes africanos, a no reconocer que estas personas son sujeto y no objeto de nuestros ordenamientos jurídicos".