Cuando pensábamos que los primeros supermercados sin cajas ni colas que llegarían a nuestras latitudes serían los de Amazon, otra tecnológica se ha adelantado al imperio de las compras de Jeff Bezos. El primer supermercado de Europa sin cajas y que utiliza una aplicación para cobrar sus productos se ha inaugurado en la ciudad de Lisboa.
Se trata de Continente Labs, y llega de la mano de una cadena de alimentación Sonae MC (actual propietaria de la marca Continente) y la start up tecnológica portuguesa Sensei. Al igual que ocurre en las tiendas de Amazon GO que ya funcionan en Estados Unidos, los clientes tienen que utilizar una app en el móvil en la que tienen que darse de alta y que utilizarán para pagar los productos que adquieran en la tienda.
Según afirman desde Sonae MC, esta primera tienda Continente Labs que abre sus puertas en Lisboa es una especie de "experimento", una prueba piloto cuyos resultados harán que este tipo de tiendas crezca a lo largo de todo el país (y se extienda a otros países de Europa). Afirman que se trata de "la tienda del futuro", que permite a los clientes evitar las cajas y las colas para pagar: "Solo entra, elige y sal. Sin esperas".
"En Continente Labs no sabemos qué son las cajas o las colas. Ni siquiera el efectivo o las tarjetas físicas. Solo tienes que entrar, pasar el código QR de la app LABS en el lector, llevarte los productos y marcharte. Todo sin una sola parada y con total seguridad", explican en su página web. Toda la tienda y su funcionamiento está repleto de tecnología. Gracias a diferentes cámaras, algoritmos de visión artificial y sensores colocados en los estantes, la aplicación detecta todas las interacciones de los clientes con las estanterías con los productos. La cuenta de los clientes en la app de la tienda, asociada a una aplicación de pago seguro, se encarga de cobrar los productos que sacas de la tienda y de generar una factura electrónica.
En la entrada, el cliente debe abrir la aplicación Continente Labs, que genera un código para pasar por el lector de los torniquetes de la entrada. Desde el momento en que se pasan los torniquetes, el cliente solo necesita ir a las estanterías y recoger los productos que desee sin necesidad de hacer nada más. El proceso se registrará en el teléfono móvil y al pasar por los torniquetes para salir. Los clientes pueden llevarse sus propias bolsas o comprar una de las bolsas de papel que están a la venta en la tienda.
La compañía afirma que en el caso de que el sistema tenga alguna duda en el proceso de compra o si posteriormente el cliente detecta que se le cobró un artículo de forma incorrecta, siempre se podrá contar con la intervención humana para solucionarlo.