En una sesión informativa con medio centenar de personas del mundo educativo, Mas ha alertado de que Cataluña presenta una de las tasas más altas de fracaso escolar en el mundo desarrollado: un 30%, es decir, casi uno de cada tres alumnos no terminan la enseñanza obligatoria, un dato que ha calificado de "alarmante".
Ésa es una lacra que, según Mas, puede acabar estropeando el llamado "ascensor social" catalán, hasta el punto de dejar descolgado a casi un tercio de la población.
Por este motivo, Mas se ha comprometido a lanzar una "ofensiva" contra el fracaso escolar, para intentar curar esta "herida" y situar Cataluña en niveles similares a los del resto de Europa.
Mas es consciente de que es "imposible" alcanzar ese objetivo en una sola legislatura, porque las medidas que se puedan implementar en esta dirección tardarán unos años más en dar sus frutos.
Pero sí se ha propuesto reducir el fracaso escolar a un 15% en una perspectiva de dos legislaturas y media, con el horizonte de 2020, una meta que considera "ambiciosa" pero "razonable".
Para lograrlo, será necesario que todos los sectores se lo tomen como un "objetivo de país" y se asuma como "una tarea de toda la sociedad catalana" y no sólo del Govern.
Como medidas concretas para hacer frente a este reto, Mas ha explicado que hay que poner el énfasis en la detección precoz del fracaso escolar desde los primeros años de escolarización del niño, una mejor formación del profesorado y políticas de refuerzo puntual y atención más individualizada para que los alumnos rezagados no se queden en la cuneta.
También ve necesario corresponsabilizar a las familias y actuar sobre el currículum para potenciar aquellas materias fundamentales para asegurar un mayor éxito escolar: comprensión lectora, escritura y expresión oral, matemáticas y dominio de lenguas extranjeras.
Además, ha denunciado que en los últimos tiempos el tripartito ha tomado ciertas decisiones que han costado "mucho dinero" pero no han dado demasiados resultados desde el punto de vista pedagógico, como es la implantación de la sexta hora, los ordenadores personales o la Semana Blanca.
En lugar de la Semana Blanca, CiU permitiría que cada centro escolar pueda escoger cómo redistribuye esos días libres; además recuperaría la fiesta del día después de Reyes.
Como modelo educativo, Mas ha recordado la apuesta de CiU no sólo por la escuela pública sino también por la de titularidad privada y ha defendido reforzar la "autoridad" de los maestros en el aula.
Según Mas, Cataluña no puede quedar "prisionera de determinados planteamientos ideológicos" de la izquierda, sino que debe recuperar un sistema de valores basado en la "cultura del esfuerzo", la buena conducta en las aulas, y no en considerar que lo más importante es que la criatura sea "superfeliz", pintarle todo "de color de rosa" sin "molestarla" con excesivas tareas educativas.