"Esperamos que la Mesa haga lo que toca y no admita a trámite esta moción", ha destacado Granados en declaraciones a los medios en el Parlament, en las que ha recordado que el órgano parlamentario ha decidido posponer su decisión al martes de la semana que viene.
El PSC está "pendiente de la opinión de JxSí", de quien depende la admisión o no a trámite debido a su mayoría absoluta en la Mesa, ha destacado.
Para Granados, la moción de la CUP reafirma una "vía unilateral y de desobediencia que no lleva a ninguna parte" y sólo puede desencadenar en un choque de legitimidades que no beneficia a nadie.
La iniciativa se desprende de una interpelación en el último pleno, en la que los socialistas comprobaron "que no había coincidencia en la hoja de ruta" que defienden JxSí y la CUP, lo que ha motivado la presentación de la moción.
Además de estas diferencias, Granados ha recordado que las instituciones catalanas acuden a menudo ante el TC, lo que le legitima 'de facto': "Es evidente que el 9N se votó una desobediencia que ha sido anulada por el TC y que el Govern y el propio Parlament muchas veces en estos meses han apelado al TC".