En declaraciones a los medios, Manel Gallego ha exigido "máximo respeto" a los militantes que fallecieron, y ha advertido a los afiliados del sector crítico que, con sus manifestaciones "intentan desprestigiar al PSOE de Vigo, pero se desprestigian ellos mismos".
Gallego ha reconocido que hubo un "error administrativo" achacable a Ferraz, por el que no se dio de baja a un militante, pese a que la ejecutiva local viguesa había pedido esa baja ya el pasado 28 de enero de 2011.
Con respecto a las acusaciones de que el PSOE vigués ha inflado el censo con más de 150 nuevas altas, con el fin de diluir al sector crítico y evitar que tenga delegados en el congreso federal, Manel Gallego ha insistido en que es "totalmente falso" que la dirección del partido haya manipulado el censo, o que haya forzado a afiliarse a trabajadores de contratas municipales.
Según Gallego, las nuevas altas, unas 158, se hacen cubriendo un cuestionario con datos personales, entre ellos, el número de cuenta de los nuevos afiliados, y ése es un dato al que no puede acceder la dirección del PSOE en Vigo. Además, ha matizado que toda la documentación se remite a la ejecutiva federal de Madrid, que es la que decide sobre las altas en el partido.