Además, Puigdemont ha alegado "indefensión" ante el curso de la causa, según informa La Vanguardia. El recurso considera que el juez encargado del caso 1-0 en el TS, Pablo Llarena, utiliza "argumentos llamativos" para "justificar la existencia de violencia", cuando en realidad "no la hubo".
El expresident expone que el magistrado considera violenta la concentración de los días 20 y 21 de septiembre junto a la Conselleria d'Economia, y los hechos del 1-O, así como "la violencia que los procesados debieron suponerse" como consecuencia de la reacción del Estado.
En este sentido, Puigdemont señala en el recurso que por violencia "no cabe entender unas manifestaciones de protesta, por numerosas que sean", ni las acciones "reprobables y aisladas de quienes causan daños" en tales circunstancias. Para el expresident, este tipo de hechos podrían ser a lo sumo constitutivos de "desórdenes públicos", e imputarse a los autores de tales conductas, pero "no al expresident".
El abogado de Puigdemont confía en que la justicia alemana rechace la euroorden
Su abogado, Jaume Alonso-Cuevillas, ha expresado su confianza en que la justicia alemana rechace "completamente" la euroorden de Puigdemont. "Es un golpe duro pero yo tengo muchas esperanzas", ha manifestado en una entrevista de TV3.
Ha explicado que Puigdemont está convencido de que es "un preso político" porque, a su juicio, no ha cometido ningún delito sino que cree que su situación judicial se debe a sus ideas políticas, pero ha asegurado que no renunciará a nada aunque sea encarcelado en España.
También ha afirmado que Puigdemont es consciente de que "es muy difícil que pueda ser investido mientras siga en Alemania" y que, en todo caso, actualmente lo tiene difícil para ejercer la Presidencia de la Generalitat de manera efectiva.
Cuevillas ha sostenido que la policía española escogió Alemania para detener a Puigdemont pensando que sería más fácil su extradición: "Es muy sintomático que la detención se produjera a 30 kilómetros de la frontera danesa".