Desde que comenzó la campaña por las elecciones autonómicas y locales del 22 de mayo, el líder del PP sólo ha abordado asuntos distintos a la economía y al empleo en dos ocasiones: en Extremadura el pasado viernes para fijar la posición de su partido sobre la participación electoral de Bildu y hoy, en Santiago de Compostela, donde ha abierto la puerta a una nueva reforma electoral.
Una reforma que perseguirá que en los ayuntamientos gobiernen los partidos que ganan las elecciones, en la línea "razonable", ha dicho, de lo que ocurre en los demás países de Europa.
Fuentes del PP, tras la intervención de Rajoy ante simpatizantes de su partido y en compañía del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y del expresidente Gerardo Núñez Albor, han precisado que ese anuncio de reforma, que se sumaría a la reciente que socialistas y populares pactaron en el Congreso, se ceñiría sólo a los comicios municipales.
El resto de los días y el resto de sus intervenciones hasta hoy, quinto día de campaña, han sido una repetición del análisis que Rajoy hace de la situación económica y de las propuestas que tiene para salir de la crisis, siempre y cuando sea él quien gobierne.
Para ello, como ha recalcado, quiere contar con el voto de los que siempre votan al PP y con el voto de quienes no lo hacen habitualmente.
"Estamos para sumar y no para dividir, estamos para ocuparnos del futuro", ha sintetizado en el acto de cierre de jornada en Santiago.
Ocuparse del futuro significa, ha asegurado, hablar de crear puestos de trabajo y de favorecer la recuperación.
Por la mañana, en Vigo, ante empresarios de la provincia, el presidente del PP ha descrito la "preocupante" situación de un país en el que hay cinco millones de parados, un 45 por ciento de desempleo juvenil y en el que cierran un sinfín de pymes.
A ello hay que sumar, ha recordado, el alza de precios, la caída del consumo, la crisis energética y, por si fuera poco, la posibilidad de que a Grecia se le aplique un segundo plan de ayuda financiera.
Rajoy, sin embargo, ha descartado que el rescate llegue a España, pese a que ha reconocido su tristeza por la dependencia que la economía española tiene ahora de lo que pase en países como Grecia, Portugal o Irlanda.
Ha abundado en medidas para aliviar la crisis, especialmente mediante el "apoyo absoluto" a los empresarios. Rajoy ha destacado la importancia de las ventajas fiscales, y en este sentido, ha enumerado una serie de propuestas ya recogidas en el proyecto que presentó en Madrid hace mes y medio.
Entretanto, ha recalcado en Santiago, el PSOE se empeña en montar "disputa, pelea y follón" y en ofrecer "afirmaciones pintorescas", como la de José Luis Rodríguez Zapatero minutos antes en Santander: "Miente como un bellaco quien diga" que el Ejecutivo "ha hecho recortes sociales".
A los socialistas les falta "imaginación", ha denunciado el presidente del PP, pues percibe en su estrategia de campaña el "cuidado que viene la derecha" de siempre.
Por ello, en su opinión, "no se puede andar por ahí" diciendo lo que hoy ha espetado Zapatero o lo de que el PP es el artífice de la tasa de paro.
"Y ya no seguiré hablando de esto", ha sentenciado antes de indicar: "No nos debemos distraer, yo no lo voy a hacer, a mi me importa el empleo y la capacidad adquisitiva de la gente".
Rajoy no tiene intención, por ahora, de ofrecer ruedas de prensa para no tratar asuntos que se desvíen de su propósito, tal y como fuentes de la dirección del PP explicaron antes del comienzo de la campaña. Hoy, cuando los periodistas le han preguntado por la denuncia del presidente del Constitucional, Pascual Sala, ha evitado cualquier comentario.
Feijóo, por su parte, ha asegurado que para el conjunto de España, los comicios municipales del próximo mayo suponen "una etapa previa" para "tener un presidente del PP en Moncloa, para empezar el inicio de la recuperación".
"Pero no todo será fácil, será duro, de extrema dureza, con la dureza de cinco millones de parados", advirtió.